INGREDIENTES: 1 kg fresas, 2 plátanos de canarias, 5 naranjas, 1 limón, vino blanco y azúcar.

1) Entrada la primavera, la fresa y el fresón se ponen espléndidos y apetece tomarlos de mil maneras. Esta que propongo ahora es la típica de las familias numerosas. Alimenta, cunde y es barata. ¿Qué más podía pedir una madre de las de nuestra época?. La verdad es que hoy nos lo plantearíamos algo más por aquello del exceso de fructosa, del poquito de vino que lleva y del azúcar. Pero sigue siendo igual de apetecible que antaño.
2) Con ayuda de una puntilla le quitaremos a cada fresa el tallo verde y la hoja. Apurando un poco, no cortaremos por lo verde sino un poco más entrando en el fruto ya que suele ser blanco por no haberle dado tiempo a madurar y tomar su vivo color rojo. Las lavaremos muy bien al chorro del grifo e incluso llenando de agua la pila. Ahora las cortaremos en trozos que nos quepan en la boca. Reservar.
3) Haremos un zumo exprimiendo las naranjas y el limón. A mí me encanta que “se me cuele” algo de pulpa de las naranjas en el zumo. Echaremos azúcar al gusto teniendo en cuenta su alto poder calórico. Ahora un chorro de vino blanco. Ha de ser muy moderado, no solo por si lo van a tomar niños, sino porque pretendemos que se adivine un poco su sabor, no que mande en todo el zumo. Por otra parte, el alcohol también es hipercalórico.
4) Pelaremos los plátanos y los cortaremos en rodajas. Echaremos toda la fruta (fresas y plátano en el bol del zumo y con mucho cuidado para no dañarla removeremos una y otra vez con dos cucharas soperas. Dejar macerar un par de horas si es posible y refrigerar.