INGREDIENTES: 2 parejas de huevas de merluza, 2 cebollas, 1 pimiento rojo de asar, 2 tomates, 2 pimientos verdes, 1 paquete de aceitunas sin hueso, aceite de oliva y sal.

1) Si bien es cierto que siempre hemos de procurar comprar el pescado lo más fresco posible, no lo es menos que si hablamos de huevas debemos ser absolutamente exigentes, de forma que si albergamos alguna duda, mejor será dejarlo para otra ocasión.
2) Lavaremos las cuatro bolsas de huevas con el máximo cuidado para evitar que se rompan pues se trata de una membrana muy frágil.
3) Ponerlas a cocer en agua con bastante sal (son muy sosas) y un chorro de vinagre que ayudará a endurecer la citada membrana. La cocción debe ser delicada así que habrán de estar a fuego muy lento sin llegar a hervir.
4) Cuando floten, estarán listas. Apagaremos el fuego y las dejaremos en el agua hasta que enfríen, o bien las meteremos en la nevera para acelerar el proceso. Cuanto más frías estén más se compactan los huevos y más manejables son. Las cortaremos en rodajas en forma de medallón y las dispondremos en un plato manipulándolas con mucho cuidado para que no se rompan.

5) Para la vinagreta, cortaremos muy finamente la cebolla, los pimientos rojos y verdes, los tomates y las aceitunas. Lo mezclaremos bien y lo aliñaremos con aceite de oliva virgen extra (obtenido de su primera molturación en frío), sal y vinagre de Jerez (no demasiado a pesar del nombre del plato). El secreto de una buena mezcla de sabores es su maceración y para ello, mezclaremos los ingredientes de un modo constante y prolongado para que se nos haga una “salsita” amalgamada a base de los jugos de cada una de las hortalizas que la componen
6) Servir frías las huevas cortadas en medallones acompañadas de la vinagreta. Es delicioso. Es muy común en Málaga tomar las huevas también con ali-oli o mahonesa.