INGREDIENTES: 2 rebanadas de pan de molde gruesas, jamón cocido (si es ahumado, mejor), queso fundible para rallar: Gruyere, Emmental, Cheddar, Gouda o Maasdam, o una buena mezcla de todos o algunos de ellos, salsa bechamel.


PRIMERO.- El primer paso es hacer una salsa bechamel como te explico aquí y que puedes darle más sabor si utilizas aceite de oliva virgen extra en el que hayas frito bastante ajo en láminas a baja temperatura. Ojo con las cantidades porque si es para 1 sandwich no debes poner más de 20 gramos de harina por cada 100 cc de leche. No olvides la nuez moscada, la sal y la pimienta, pero no abuses de las especias porque taparás el sabor del jamón. Una vez hecha, tápala para que no se reseque la superficie y déjala templar.

SEGUNDO.- Mientras enfría la salsa bechamel, vamos con el queso. Aunque parece ser que en su origen, los franceses lo hacían con Gruyère, yo lo hago mezclando dos o más tipos con la única condición de que fundan bien. No obstante, puedes utilizar el que más te guste y rallarlo o incluso comprarlo ya rallado.
Vamos precalentado el horno a 200-210ºC con ventilación y calor arriba y abajo.


TERCERO.- Toma una rebanada de pan de molde gruesa; unta sobre ella una capa fina de salsa bechamel y cúbrela ahora con el queso recién rallado. Presiona suavemente con la palma de la mano o con una paleta para compactar.



CUARTO.- Pon sobre el queso una buena capa de jamón. Ya he comentado que si es ahumado o braseado es mucho mejor porque es el ingrediente con sabor “más débil” y de este modo lo potenciamos un poco. Procura cortarlo al tamaño de la rebanada para que no sobresalga de ésta y como te digo… sé generoso.
QUINTO.- Otra capa de queso rallado sobre el jamón y presionamos nuevamente para compactarlo.


SEXTO.- Untamos la otra rebanada de salsa bechamel (sin abusar) y la colocamos encima, dejando la parte untada en su interior.
SÉPTIMO.- Nueva capa fina de bechamel en la parte superior, tras lo cual cubrimos todo con una capa abundante –ahora sí- de queso rallado.



OCTAVO.- Usa una fuente o un plato aptos para horno; humedécelo ligerísimamente y pon sobre él un papel de hornear. Verás que al empapar el papel no se moverá y ya podrás colocar ahí el Croque Monsieur.


NOVENO.- Lo metemos en el horno y bajamos su termostato a 180ºC. Unos 15 a 17 minutos vigilándolo siempre para que el queso no se achicharre. Basta que funda por dentro y se gratine por fuera.
Déjalo reposar cinco minutillos para no quemarte la boca y poder disfrutarlo, porque vale la pena. H1803/R2109