MANTEQUILLA CASERA

INGREDIENTES: 1 envase de nata para montar de 35% M.G.(materia grasa) y media cucharadita de sal.

PREVIO.- Llevaba mucho tiempo rondándome la cabeza la idea de hacer queso cuando hace ahora un año que me decidí y me resultó sorprendente lo fácil que es si se trata de un queso fresco. Es evidente que no estaba pretendiendo hacer ninguna de esas maravillas que hay en el universo de los quesos, sino más bien, aproximarme a él. Pues bien, si aquello resultó fácil, ni os cuento lo simple que es hacer mantequilla… Bueno, sí os lo cuento porque para eso estamos aquí. Tomad nota…

PRIMERO.- Compra, tal y como he puesto más arriba, un brick de nata para montar. Es importante que contenga la mayor cantidad posible de materia grasa porque esa será nuestra mantequilla. Un 35% está bien.

SEGUNDO.- Métela en el congelador unos 20 minutos y aprovecha para lavarte muy bien las manos y el entorno en el que te vas a mover. En cocina hay que ser extremadamente limpio, pero si hablamos de productos frescos, hay que serlo de un modo escrupuloso.

TERCERO.- Echa la nata en el robot o batidora de varillas y disponte a montar la nata, pero no eches azúcar como es habitual y agrega en su lugar media cucharada de sal (tamaño café). Cuando compro mantequilla, siempre la escojo “con sal” porque me encanta, pero si no es tu caso, no se la pongas. Sin más.

CUARTO.- Batimos exactamente siguiendo las instrucciones del aparato para montar natas. Aquí no puedo orientaros mucho porque cada fabricante tiene sus recomendaciones. Si es con varilla, ponte a ello y no pares hasta que la nata haya tomado cuerpo.  Si buscáramos rellenar de nata un brazo de gitano, pararíamos en este momento porque la nata ya estaría montada. Es algo casi mágico porque la estás viendo girar completamente líquida, y en un pestañeo, toma cuerpo y se pone súper densa. Bueno, pues lo único que hay que hacer ahora para pasar de nata a mantequilla es… seguir batiendo. Sigue durante un par de minutos más hasta que veas que la grasa se ha vuelto densísima y grumosa porque se ha desprendido del suero.

QUINTO.- Toma un trapo de cocina de algodón limpio (muy limpio), sacúdelo fuerte y comprueba que no tiene nada adherido por electricidad estática. Colócalo como fondo en una fuente.

SEXTO.- Vuelca todo el contenido del vaso batidor sobre este trapo dentro de la fuente. Caerá todo el suero líquido y luego la grasa apelmazada en grumos grandes. Ese suero que ahora no nos interesa, tiene múltiples usos, así que no lo tires.

SÉPTIMO.- La mayor parte del suero traspasará el paño, pero hemos de sacarlo todo así que toma el paño por sus cuatro esquinas y ciérralo dando vueltas como si se tratara del envoltorio de un caramelo. Presiona fuerte para que escurra el suero que aún le queda. Comprobarás que con la presión, la mantequilla atraviesa los pequeños orificios del tejido.

OCTAVO.- Mételo en el frigorífico unos 30 minutos para que se endurezca un poco con el frio y mientras tanto, busca un recipiente pequeño donde quepa el volumen que hay ahora dentro del paño. Procura que sea de fondo liso para que podamos desmoldarlo bien y para ayudar en esta operación, puedes poner un film de cocina de lado a lado que luego nos permita tirar de ambas pestañas del fondo hacia afuera.

NOVENO.- Sácalo de la nevera y mételo en el molde. Presiona fuerte porque aún habrá algo de suero que brotará hacia fuera, y asegúrate de que no quedan huecos en medio. Alisa la superficie de arriba, tápalo y mételo a refrigerar de nuevo durante unas horas más.

DÉCIMO.- Desmolda con cuidado y pásalo al plato (o mantequera) para servir. Es evidente que si no necesitas una presentación especial y es para uso familiar, no tienes porqué desmoldarlo ya que ahí se conservará mucho mejor.
La mantequilla con sal dura mucho más tiempo que la que no la tiene y en términos generales hablamos de entre 3 y 5 meses. La mantequilla vieja se pone rancia. Lo notarás en el sabor, pero tampoco le daría yo más importancia. Procura tenerla bien tapada y disfrútala.
Esta es básica, pero puedes aromatizarlas con ajo, orégano u otras hierbas agregándolas muy trituradas al batir la nata. H1803/2201    

Publicado por

cocinaamibola

Sabores mediterráneos. La cocina española más clásica y sencilla. Ni deconstruimos, ni esferificamos. Nada de miniaturas en platos gigantes.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s