INGREDIENTES: Para 8 personas: 800 gramos de judías pintas, 2 patatas, 2 zanahorias, 2 pimientos verdes de freír, 2 cebollas, 6 dientes de ajo, 1 cabeza de ajos entera, tomate frito, caldo de pollo*, laurel, pimienta negra molida, sal y aceite de oliva virgen extra.

PREVIO.- Incluyo esta receta por dos razones: la primera, porque es un plato excelente de cuchara que tanto se agradece en invierno, lo cuan no requiere de más comentarios; Y la segunda y más importante, porque es una imposición de mi mujer y mis hijos que no puedo ignorar por más tiempo. Las “judías de color” de la abuela Cefe tienen que estar ahí… Y no vale cualquier guiso hecho con ellas. Tiene que ser el que ella hacía sin añadir o pretender mejorar…. y eso a mí me cuesta mucho porque cocino “a mi puñetera bola”. No obstante, voy a intentarlo aunque empiezo ya por faltar a mi promesa, pues ella las hacía en olla express y yo las he hecho a olla abierta, con un hervor lentito.
PRIMERO.- Pon las judías en remojo la noche anterior a razón de tres partes de agua por una de judías.
SEGUNDO.- Escurre las judías y no utilices el agua del remojo.

TERCERO.- Pela y pica las zanahorias, las cebollas, los pimientos y los dientes de ajo para ponerlos a rehogar en una cazuela amplia (o en la olla express) con aceite de oliva virgen extra. Pon lo justo para no empezar aceitando demasiado el guiso. Agrega la cabeza de ajos lavada y entera y un par de hojas de laurel. Salpimentar.



CUARTO.- Cuando la cebolla esté transparente, echamos las judías y removemos bien para que se mezclen con la verdura y se impregnen del aceite. Rehogarlas un par de minutos y echar 100 cc de tomate frito. Remover de nuevo y dejamos rehogar otro par de minutillos.

QUINTO.- Añadir el caldo de pollo o agua hasta tres dedos por encima de las judías. La abuela las hacía con agua pero le añadía una pastilla de caldo. Sobre esto me permito opinar que más vale un caldito de pollo casero que se hace en un ratillo y se tiene congelado, que esas pastillas tan sabrosas pero hechas a base de grasas hidrogenadas. Estas grasas de origen vegetal tienen la particularidad de comportarse en nuestro organismo como “saturadas”, contribuyendo enormemente a aumentar nuestro nivel de colesterol en sangre.
SEXTO.- Pela un par de patatas, córtalas en trozos no muy grandes. Si lo haces en olla express clásica, echa ahora las patatas, ciérrala y tenlo unos 35-40 minutos. Pero nosotros que vamos despacito, lo ponemos a hervir y a continuación bajamos el fuego manteniendo un hervor lento. Echa un poco de sal y vamos a dejarlo así unos 15 minutos.

SEPTIMO.- Pasados esos 15 minutos aproximadamente, rompe el hervor con un chorrito de caldo o agua fría y deja que lo recobre. Repite esta operación al cabo de unos 30 minutos. Esto lo hacemos para que el hollejo de la judía no se desprenda.
OCTAVO.- Echa ahora las patatas y ya solo tenemos que vigilar para no quedarnos sin líquido y probar de vez en cuando hasta que la judía tome una textura suave y mantecosa. Si es preciso, añade agua o caldo pero ten en cuenta que en la receta original de la abuela será más una salsa que un caldo porque queda muy trabado, muy denso. Rectifica de sal si fuera preciso.
NOVENO.- En unos 90 minutos en total estarán hechas, pero como vas probando, no importa la referencia del tiempo sino el momento en el que tú creas que están con la textura que buscas.

DÉCIMO.- He procurado atenerme a la receta original con la excepción de la olla utilizada y el caldo, pero ahora que ya están hechas, diré que las próximas que haga, sin duda, tendrán desde el principio unas costillas bien troceadas y previamente doradas y salpimentadas, porque lo pide a gritos. Sin más. Y también le pondré a la verdura una vez rehogada y justo antes de echarle el caldo, media cucharadita de pimentón dulce. Excelente plato de cuchara apto para celíacos. H1511/R2201