ALUBIAS NEGRAS

INGREDIENTES: Para 5/6 personas: 500 gr alubias negras, un trozo de 400 gr jamón de cerdo (fresco), 1 cebolla, 1 pimiento rojo de asar, 1 pimiento verde, 6 dientes de ajo, 3 zanahorias, 3 tomates maduros, 3 patatas medianas, 150  ml vino blanco, aceite de oliva virgen extra, 1 litro de caldo de pollo sin gluten, pimienta negra molida, pimentón dulce, 1 hoja de laurel y sal.

PRIMERO.- De víspera, pon las alubias en remojo en una proporción de 3 partes de agua por 1 de alubias. Deja que se hidraten durante unas 12 a 14 horas. Puedes hacer este estofado en olla convencional o en olla express. Sólo es cuestión del tiempo de que dispongas. Yo prefiero hacerlo en olla normal, a cocción lenta, pero lo cierto es que en olla express ahorras mucho tiempo y dinero en consumos de electricidad o gas. En este caso, he utilizado la rápida.

SEGUNDO.- Corta el trozo de jamón de cerdo  en tacos y procura eliminar toda la grasa para quedarnos sólo con piezas magras. Salpimenta. Pon aceite de oliva en la olla de forma que cubra el fondo y cuando esté caliente, echa los trozos de carne y deja que se doren. No bajes el calor porque dejará de rehogarse y pasará a cocerse a costa de su propio jugo, que lo perderá.  Cuando estén dorados, sácalos a un plato y reserva.

TERCERO.- Mientras se dora la carne, aprovecha para cortar la cebolla en cuadraditos pequeños y si te da tiempo, haz lo mismo con las zanahorias previamente peladas. Una vez reservada la carne, echa la cebolla para que poche, manteniéndola a fuego medio; y al cabo de unos cinco minutos, echa la zanahoria, los dientes de ajo pelados, pero enteros y la hoja de laurel. Salpimenta.

CUARTO.- Corta en cuadraditos también los dos pimientos y los tomates. Pasados unos 5 minutos agrega los pimientos y tras cinco minutos más, los tomates. Hacerlo por fases es importante, `porque cada hortaliza tienes sus tiempos y su proceso. Si echaras el tomate o los pimientos antes que la cebolla, soltarían demasiada agua y ésta no se pocharía.

QUINTO.- Cuando veas que todo está tierno (no es necesario que se deshaga), echa una cucharadita rasa de pimentón dulce, remueve y el vino inmediatamente para que aquél no se queme. Dale un par de minutos al alcohol para que evapore y ya podemos echar las alubias bien escurridas. Removemos y rehogamos todo junto un par de minutos.

SEXTO.- Echa el caldo y las patatas peladas y troceadas. Cierra la olla y deja que gane presión hasta que expulse el vapor de un modo continuo, pero si es olla rápida, no pongas el calor al máximo porque podrían agarrarse las alubias al fondo y quemarse. Tendrías que tirar el guiso… así que ponlo al 75% hasta que sople. A partir de ahí, baja el calor progresivamente hasta que mantenga una cocción lenta, pero constante. Así ahorrarás energía además.

SÉPTIMO.- Pasados unos 40 minutos aproximadamente, apagamos el fuego, dejamos que la olla pierda su presión y la abrimos de forma segura. Comprobarás que continuará un ligero hervor que deberemos mantener mientras probamos el punto de las alubias de forma que si no estuvieran tiernas del todo, podamos ponerlas un rato más a olla abierta sin haber detenido la cocción. No obstante, con ese tiempo, ya creo que estarán perfectas, en cuyo caso, ya casi hemos terminado. Prueba de sal y rectifica, si fuera el caso.

OCTAVO.- Si te parece que están demasiado espesas, puedes añadir un poquito (muy poquito) de caldo si es que te ha sobrado, o de agua. Y si, por el contrario, piensas que están demasiado líquidas para tu gusto, remuévelas con cierta violencia aún en caliente para que la patata y algunas alubias se rompan y espesen así el guiso de forma natural. H2210    

JUDIONES EN TINTA DE SEPIA

INGREDIENTES: Para 5/6 personas: 500 gr Judión de La Granja, 1 choco, 500 gr calamar pequeño, 3 cebollas, 10 dientes de ajo, perejil fresco, 4 cucharadas de carne de pimiento choricero,  caldo de pescado o fumet casero (con media cebolla, 1 zanahoria y media cabeza de rape), 25 gr de tinta de sepia (6 bolsitas de 4 gr), 150 cc vino fino seco, pimienta negra molida, 4 hojas de laurel y sal.

PRIMERO.- Empecemos por poner los judiones en remojo con agua que les cubra durante unas 15 horas.

SEGUNDO.- Para entrar en faena, lo primero es tener hecho un fumet de pescado a base de poner agua en una cazuela a hervir con media cabeza de rape, media cebolla en cascos y una zanahoria. Pon una hoja de laurel y un poco de sal. Tendrás que mantener un hervor suave durante unos 20-25 minutos. Desespuma lo necesario y transcurrido el tiempo lo apagas, porque los fumet de pescado no ganan con una cocción prolongada. Al contrario. Haz al menos dos litros y medio, aunque es probable que te sobre.

Si no vas a hacer fumet, ten preparado un caldo de pescado en brik, lo más natural posible.

TERCERO.- Pon agua fría en la olla junto con las judías, media cebolla en cascos y los dientes de ajo pelados.  Elimina la espuma que surgirá con los primeros hervores. Desecha ese agua y echa el fumet, pasándolo por un colador, hasta que cubra las judías y la mitad de la carne de pimiento choricero. Sala moderadamente. Hervor medio a olla abierta y cada media hora, un par de cazos de fumet ya frío para detener la cocción y que la piel de la judía no se rompa, sino que se vuelva elástica. Si te faltara caldo de pescado, puedes echar un poco de agua bien fría.

CUARTO.- Verás que para este plato hay que tener varias elaboraciones en marcha al mismo tiempo, así que en una sartén con aceite de oliva pocha la cebolla y el perejil cortados medio grueso,  con una hoja de laurel. Mira la foto.  Y aprovecha el tiempo restante para limpiar los calamares pequeños quitándoles la pluma y tripas interiores cortándolos longitudinalmente y raspando con un cuchillo su interior. Corta el choco en cuadrados como de 2cm x 2cm.

QUINTO.- Pochada ya la cebolla, añade el vino fino,  la tinta y el resto de carne de pimiento choricero. Deja que rehogue todo unos tres minutos y que evapore el alcohol. Recupera la hojita de laurel, echa un par de cazos del caldo de las judías, mete el brazo de la batidora y tritura todo bien para que se haga una salsa. Devuelve la hoja de laurel.

SEXTO.- A modo de resumen: hemos hecho el fumet; hemos dado una primera cocción a las judías con agua y hemos desespumado. Ahora cuecen lentamente ya con el fumet y hemos hecho el guiso de la tinta que incorporamos en este instante a la olla de las judías y removemos.  Desde este momento, debes vigilar el fondo de la olla de cuando en cuando para que no se pegue. Prueba y rectifica de sal en su caso, pero ten en cuenta que la tinta es bastante salada. No olvides “asustar” las judías cortándoles la cocción de vez en cuando.  

SÉPTIMO.- Cada cierto tiempo debes probar una judía para comprobar su punto de cocción y cuando ya empiecen a estar un poco más tiernas, aunque aún duras, echa los trozos de choco y continúa reservando el calamar para más tarde.

OCTAVO.-  Y ya solo queda esperar a que la judías estén bien tiernas manteniendo un hervor reposado. En ese punto, echa los calamares y dale la densidad al caldo que tú quieras de forma que si lo quieres más espeso, saca unas pocas judías y hazlas puré con una cuchara e incorpóralas de nuevo removiendo con mimo para no romper las demás y ten en cuenta que los calamares soltarán bastante agua.

Apaga el fuego y deja reposar unos 15 minutos antes de servir. H2102

ESTOFADO DE SOJA VERDE

INGREDIENTES: Para 5/6 personas: 500 gr de soja verde, 3 zanahorias, 3 cebollas medianas, 2 pimientos verdes, 3 tomates maduros, 2 cabezas de ajos, 1 berenjena mediana, 2,5 litros de caldo vegetal, 1 cucharadita pimentón dulce ahumado, 2 hojas de laurel, 100 gr tomate frito, 100 gr vino blanco, pimienta negra molida, romero, tomillo, aceite de oliva y sal.

PREVIO.- No hace mucho que he descubierto esta legumbre verde procedente de China, también conocida como Alubia Mungo. Es muy rica en proteínas, fibra, hidratos y otros complementos alimenticios, careciendo de gluten. No necesitan remojo previo y se cocinan en unos 35 minutos. Puedes añadirle unas buenas costillas, pero lo cierto es que no es necesario porque simplemente estofadas con las verduras están buenísimas. Así que puedes anotarlo en la categoría vegana.

PRIMERO.-  Lava las alubias y reserva. Pela las zanahorias, córtalas en cuadraditos pequeños  y ponlas a rehogar con aceite de oliva en una cazuela. Fuego medio al principio y luego bajo.

SEGUNDO.- Pica igualmente las cebollas y los pimientos y agrégalo a la olla. Añade las cabezas de ajo enteras y las hojas de laurel. Salpimenta Adereza ligeramente con tomillo y romero. No te excedas, particularmente con el romero que se impone mucho.

TERCERO.- Mientras rehoga todo unos cinco minutos, puedes ir lavando y cortando los tomates, y la berenjena en cuadraditos también. Añádelo, remueve bien para que se impregne todo de aceite y déjalo unos cinco minutos más.

CUARTO.- Cuando las verduras vayan reblandeciéndose, salpimenta, sube la intensidad del fuego, echa el vino blanco y remueve. En un par de minutos, agrega el tomate frito y mezcla.  

QUINTO.- Echa ahora las alubias, remueve bien y déjalo un par de minutos rehogando.

SEXTO.- Incorpora el caldo vegetal y deja que alcance su hervor para mantenerlo a fuego lento durante unos 35 minutos. Pero no tengas este tiempo como referencia. Lo estás haciendo a olla abierta, así que ve probando. Rectifica de sal y cuando estén a tu gusto, apagas.

El resultado y su aspecto será muy similar al de unas lentejas estofadas de un sabor más suave. Y de igual manera que éstas, puedes añadir un par de patatas tronzadas. También combina a la perfección con el arroz. H2004/R2111

PUCHERO MARINERO DE GARBANZOS

INGREDIENTES: Para 4 personas.- 350 gr garbanzos (o bote de 500 gr ya cocidos),  500 gr langostinos crudos, 500 gr anilla de calamar, 1 cebolla, 1 pimiento rojo, 2 pimientos verdes de freír, 6 dientes de ajo, 2 tomates maduros, 2 patatas medianas, 1 chorrito de brandy, 150 cc vino blanco, pimienta negra molida, aceite de oliva virgen extra y sal.

PRIMERO.- La víspera, pon en remojo los garbanzos y que estén hidratándose al menos 12 horas. Llena de agua la olla express por la mitad y ponla a hervir con un puñado de sal. Puedes poner media cebolla y una hoja de laurel en el agua, pero esto no es imprescindible y por eso no lo he anotado como ingredientes.

  SEGUNDO.- Mete los garbanzos en una red de legumbres y cuando hierva el agua a borbotones, incorpóralos a la olla. Cierra, pon la pesa y tenlo unos 50 minutos desde que sople el vapor. Hablo de olla clásica Magefesa. Si es olla rápida, unos 30 minutos serán bastante.
Si tienes prisa o no los pusiste en remojo, puedes comprar los garbanzos en bote, ya cocidos, que son de una calidad excelente. Sólo debes lavarlos bien en agua muy abundante para quitarles cierto resabor del envasado.  

TERCERO.- Mientras cuecen los garbanzos, pela los langostinos y echa las cabezas y piel en un cazo con un chorrito de aceite de oliva y dale fuego intenso. Utiliza la mano del mortero para aplastar bien las cabezas  y que suelten sus jugos. Rocíalo con un chorro de brandy y déjalo unos instantes para que evapore el alcohol. Modera el fuego para que no se queme.

CUARTO.- Llena el cazo de agua y deja que se haga el fumet hirviendo durante unos 15 minutos. Luego apaga y reserva.  

QUINTO.- Mientras se hace el fumet de marisco, pondremos en una olla o cazuela en la que quepa todo el guiso un chorrito de aceite de oliva y cuando esté caliente, echaremos los calamares. Fuego fuerte. Salpimentar. La intención es saltearlos, pero el calamar suelta tal cantidad de agua que al cabo de un par de minutos habrán dejado de rehogarse para pasar a cocerse en su propia agua. Apaga el fuego. Reserva aparte los calamares y vuelca todo el líquido en el fumet (que aún estará cociendo).

SEXTO.- En la olla donde hemos rehogado los calamares, echamos de nuevo algo de aceite de oliva y ponemos a pochar la cebolla, el pimiento rojo, los pimientos verdes y los ajos cortado todo en trozos no muy pequeños. Remover y mantener fuego alto los dos primeros minutos y luego lo bajamos para que se haga despacio. Cortamos los tomates en cuadrados y los añadimos a la olla. Salpimentamos.

SÉPTIMO.- Cuando la cebolla esté empezando a dorarse y el tomate vaya perdiendo su forma, subimos el fuego, echamos el vino blanco y removemos bien. 1 minuto más y apagamos. 

OCTAVO.- Volcamos todo en el vaso batidor y lo trituramos bien, para devolverlo a la olla en forma de una salsa espesa. Encendemos de nuevo el fuego y le echamos los calamares.

NOVENO.- Cuela el fumet sobre el contenido de la olla y remueve bien. Pela las patatas, trocéalas (tronzándolas; es decir, arrancando los trozos con el cuchillo en vez de hacer cortes completos y limpios) y agrégalas a la olla.  Añade también los garbanzos y deja que se cocine todo junto unos 20 minutos removiendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo.

DÉCIMO.- Durante este tiempo, vamos a dejar que el calamar y la patata se cuezan hasta que estén blandos.  Deja que la patata se pase un poco de cocción para que se deshaga ligeramente y contribuya a hacer el caldo algo más denso. Prueba y rectifica de sal y pimienta.
Apaga el fuego y transcurridos cinco minutos, echa los langostinos. Remueve con suavidad y tras otros cinco minutos, puedes servir.

Sobre la idea de este plato, que es ya de un sabor bastante intenso, puedes “mejorarlo” si en el momento de echar los langostinos, los acompañas con algo de pescado blanco en trozos magros, como merluza o rape. Pero te aseguro que no hace falta. H1805/R2110

JUDIONES DE LA GRANJA CON MARISCO

INGREDIENTES: Para 5 personas. 500 gr judiones de la granja (10/12 horas en remojo previo) , 1 kg berberechos vivos, 1 rape pequeño, 350 gr pota en tiras, 300 gr gambones grandes, 300 gr langostinos crudos, 2 cebollas, 8 dientes de ajo, perejil picado, pimienta negra molida, 2 cucharadas de pimentón dulce, 1 cayena, medio vaso de vino blanco, 1 chorrito de brandy, aceite de oliva virgen extra, agua mineral, laurel y sal.

PRIMERO.- Pon las judías en un recipiente amplio con agua que las cubra 12 horas antes.

SEGUNDO.- Pídele al pescadero que limpie el rape; es decir, que le quite la cabeza, la corte por la mitad, le elimine los dientes y los ojos, y por último, le arranque esa piel tan resistente y el´astica. Ahora tú en casa, si hiciera falta, límpialo un poco más, terminando de quitar restos de piel de la cola.

Con un cuchillo afilado, corta longitudinalmente la cola siguiendo un lado de la espina central. Cíñete a ella con la hoja del cuchillo para no desperdiciar carne y luego haz lo mismo desde el otro lado. Te quedarás con la espina y los dos lomos limpios. Palpa con la mano para asegurarte de que no queda ninguna otra espina en los laterales.  

TERCERO.- Pela los gambones y los langostinos pero no tires las cáscaras ni las cabezas. En una fuente pequeña con un tercio de agua, pon un buen puñado de sal y remueve con los dedos hasta que se disuelva. Ahora echa los berberechos y tenlos ahí hasta el final del guiso para que eliminen arena, si fuera el caso. Corta los lomos del rape en trozos y ponles un poco de sal. Reserva en el frigorífico el pescado, la pota y el marisco.

CUARTO.- En una cazuela grande echa las judías, media cebolla en cascos, la cabeza y la espina del rape y dos hojas de laurel. Ponlo a hervir y desespuma cada vez que sea necesario, pero no remuevas para tener la cabeza del rape siempre accesible ya que la sacaremos en breve. Salpimenta y mantén un hervor suave y constante.

QUINTO.- En una sartén honda ponemos a calentar un poco de aceite de oliva virgen extra y cuando esté caliente pero sin que llegue a humear, echamos la cáscara y las cabezas del marisco y presionamos con un cucharón o con la espumadera para que aquellas vacíen su contenido. 

SEXTO.- Baja un poco el fuego,  rocía un chorro de brandy sobre las cabezas y remueve. Podrías flambear y sería bueno, pero tampoco es necesario. En todo caso, si lo haces, no olvides desconectar la campana extractora de humos porque se podría generar un incendio si las llamas del flambeado hacen prender la grasa de su interior.

SÉPTIMO.- Ahora recupera la cabeza de rape (íntegra) y la espina de la cazuela principal para agregarla a la sartén junto a varios cazos de caldo. Los primeros y más intensos sabores del rape han quedado en el agua de las judías para que los vayan absorbiendo y ahora haremos un caldo intenso en la sartén junto con las cabezas del marisco. Al cabo de unos diez minutos, devolveremos este fondo volcando su contenido sobre un colador y éste sobre la cazuela principal. Remueve suavemente y echa un chorro pequeño de agua muy fría sobre las judías 00para cortar el hervor. De este modo rompemos la tensión de la piel de las judías, que con la hidratación y el calor se ha vuelto muy tersa, para que no se rompa y se convierta en pellejo.  

OCTAVO.- Mientras se siguen cociendo las judías a su ritmo (lento), le damos un agua ligera a la sartén del caldo para eliminar restos de cáscara de marisco y cuando se evapore toda la humedad, pondremos a pochar en ella una cebolla y media picadas con un poco de aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta, una cayena y laurel. Haremos un majado con los ajos y perejil picado y lo incorporaremos. Cuando esté bien pochado lo retiraremos momentáneamente del fuego y echaremos dos cucharadas de pimentón dulce, removiendo bien y, tras devolverlo al fuego, agregaremos las tiras de pota (o calamar, o potón) previamente salpimentados y cortados.  

NOVENO.- Ahora echamos medio vaso de vino blanco dejando unos minutos para que evapore el alcohol y la pota suelte algo de jugo, tras lo cual, volcaremos su contenido en la cazuela de las judías, rectificaremos de sal y removeremos con cuidado para que éstas no se rompan,  continuando el hervor hasta que estén tiernas. Yo calculo unas dos hora y media habiendo usado agua mineral, pero fácilmente pueden ser tres. Sólo consiste en ir probando. Desespuma si fuera necesario.

DÉCIMO.- Una vez esté el judión blando y mantecoso, echamos los berberechos, apagamos el fuego y –por este orden- añadimos los trozos de rape, los gambones y los langostinos. Remover suavemente y dejar reposar unos diez minutos antes de servir.

Este plato es contundente por la legumbre en sí, pero es muchísimo más ligero de lo que aparenta y, desde luego, mucho más que “su prima» la fabada, ya que éste apenas tiene grasa y toda ella es aceite de oliva virgen extra. La digestión será mucho más pacífica. Prometido. H1803/R2110

COCIDO MADRILEÑO (en tres vuelcos)

INGREDIENTES  (Para 4 personas): 400 gr garbanzos,  1 chorizo fresco, 1 chorizo asturiano, 2 morcillas de cebolla, 500 gr carne de morcillo, 2 cuartos traseros de gallina ( pollo); 1 trozo de tocino fresco, 1 trozo e lacón o panceta, 1 hueso de rodilla, 1 hueso de caña, 1 punta de jamón o 1 trozo muy pequeño de hueso de paletilla, medio vasito de vino blanco, 1 nabo, 2 dientes de ajo,  4 zanahorias, 1 puerro, 1 cebolla, ½ repollo, 2 patatas, 200 gr fideo cabellín. Para el relleno: 2 huevos, 100 gr pan del día anterior, perejil fresco, 1 diente de ajo, aceite de oliva virgen extra,  3-4 litros de agua mineral y sal.

PREVIO.- Las recetas más tradicionales suelen tener mil formas distintas de hacerse y todas ellas buenas. Pero el Cocido Madrileño tiene la peculiaridad de ser hecho prácticamente del mismo modo y con los mismos ingredientes en todas las casas y restaurantes de Madrid. Por lo que a mi receta se refiere, diría que también es respetuosa con la tradición, sólo rota por esa afición casi enfermiza que tengo por el chorizo y la morcilla asturiana.
Los famosos tres vuelcos del cocido de Madrid no son más que las tres etapas en las que se sirve. Primero una sopa de fideo fino y el caldo de la cocción; segundo los garbanzos y la verdura; y tercero, la famosa “pringá” (o «arreglos») que se compone de las carnes de pollo y ternera, algo de cerdo si acaso, ese tocino tan untuoso y tan untable en el pan, el relleno, el chorizo y la morcilla.  
Y es en estos tres vuelcos donde la tradición cede a las mil formas distintas de tomarlo. Es así que la sopa puede ir con mucho o poco fideo, con fideo y garbanzo, con un poco de relleno o sin él. El segundo vuelco puede ir con o sin verdura, pero aliñado con aceite de oliva virgen extra,  su chorrito de vinagre e incluso su poquito de pimentón dulce. En fin, que es en la forma de servirlo (y no de hacerlo) donde la variedad es enorme.

En cuanto a la cocción, y cuando hablamos de legumbres, nos surge siempre la pregunta de si hacerlo  a olla semi-abierta muy despacito, o en la olla express en la mitad de tiempo. Pues francamente, depende de la “sensibilidad” de la legumbre. Unas fabas, yo las haría lentamente, pero el garbanzo lo aguanta todo y el uso de la olla express es una gran comodidad para este plato.  En este caso he usado la Magefesa tradicional porque es la más grande de las que tengo. Ojo a los tiempos porque no es la súper-rápida.

PRIMERO.- De víspera, pon los garbanzos en remojo con abundante agua fría. Hay quien le añade un puñadito de sal para que no se encallen al cocerlos, pero reconozco que a mí no me ha ocurrido nunca. Una cucharadita de bicarbonato sódico suele ser una solución si no dispones de unas 15 horas de remojo. 

SEGUNDO.- Lava bien los trozos de carne, el `pollo, los huesos y échalos a la olla. Pela una cebolla, una zanahoria, el puerro y dos dientes de ajo y añádelos. Salar ligeramente. Llena la olla de agua mineral y medio vasito de vino blanco hasta su máximo de seguridad y ponlo al fuego hasta que hierva. Verás que se forma una espuma bastante fea por encima que retiraremos con la espumadera. Cierra la olla y déjalo cocer durante una hora a contar desde que empiece a soplar vapor.

TERCERO.- Mientras se hace el caldo,  pasa los garbanzos a una red de cocina. Esto lo hacemos para que no se nos “pierdan” por la olla entre huesos y carnes. Ahora pela las patatas, el nabo y el resto de zanahorias. Lava el repollo.

CUARTO.- Cuando haya transcurrido la hora de cocción de la carne,  apaga momentáneamente el fuego y deja salir el vapor lo más rápidamente que puedas pero de un modo seguro. De esta forma, al abrir la olla habrá aún un hervor importante que no queremos perder, así que vuelve a encender el fuego ya con la olla abierta.

QUINTO.- Con ayuda de una espumadera, saca el pollo con cuidado para que no se rompa, ya que estará hecho más que de sobra. En cambio, el morcillo necesitará aún más tiempo, por lo que lo dejaremos cociendo mientras metemos la red de garbanzos (ésta es una legumbre que se echa en caliente), las zanahorias,  el nabo y el chorizo. Si no cupiera bien, saca huesos, la cebolla y la zanahoria para hacer sitio. Toma media taza de caldo y reserva. Tapa de nuevo la olla y tenlo otra hora al mínimo.

SEXTO.- Utilizaremos este tiempo libre para hacer “el relleno”. Bate dos huevos en un bol y agrega el pan del día anterior demigándolo. Machaca en el mortero un diente de ajo con perejil fresco y agrégalo. Mézclalo todo y ve añadiendo caldo del que acabamos de reservar, cucharada a cucharada, hasta que tenga la consistencia de una pasta densa. Mira la foto.

Pon un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y cuando esté caliente echa la pasta que hemos hecho procurando que adopte la forma de una tortilla gruesa. Hazla por los dos lados y No te importe que quede seca ya que la rehidrataremos enseguida. Saca y reserva.  

SÉPTIMO.- Transcurrida esa segunda hora, abrimos de nuevo la olla procurando que el hervor no cese, igual que la vez anterior. Y si se parara, tampoco pasa nada grave. Recupéralo en cuanto puedas, pero insisto es que tengas mucho cuidado con las ollas express y el vapor. 

OCTAVO.- Manteniendo el hervor,  saca los huesos si no lo hiciste antes; recupera la carne y las verduras, pero deja los garbanzos cociendo lentamente añadiendo ahora la morcilla, las patatas, el repollo y el relleno. Ya no vamos a cerrar más la olla. De vez en cuando pincharemos la patata con una aguja hasta que no notes la menor dificultad al atravesarla y entonces, estará lista. Si, por el contrario tuvieras mucha prisa, cierra la olla y tenlo sólo cinco minutos desde que sople el vapor.

NOVENO.- Ya tenemos los garbanzos y la verdura fuera. Cuela el caldo y devuélvelo a su olla original junto con el relleno. Llévalo a ebullición, echa la pasta y cuécela un par de minutos y rescátala con una espumadera fina para ponerla bien escurrida en una fuente.

Sirve  primero la sopa, luego los garbanzos con la verdura y finalmente todo lo demás…. verás cómo cada comensal sugerirá una forma de servirlo diferente. Ah!, y pan, que no falte. H1612/R2109  

JUDÍAS PINTAS

INGREDIENTES: Para 8 personas: 800 gramos de judías pintas, 2 patatas, 2 zanahorias, 2 pimientos verdes de freír, 2 cebollas, 6 dientes de ajo, 1 cabeza de ajos entera, tomate frito, caldo de pollo*,  laurel, pimienta negra molida, sal y aceite de oliva virgen extra.

PREVIO.- Incluyo esta receta por dos razones: la primera, porque es un plato excelente de cuchara que tanto se agradece en invierno, lo cuan no requiere de más comentarios; Y la segunda y más importante, porque es una imposición  de mi mujer y mis hijos que no puedo ignorar por más tiempo. Las “judías de color” de la abuela Cefe tienen que estar ahí… Y no vale cualquier guiso hecho con ellas. Tiene que ser el que ella hacía sin añadir o pretender mejorar…. y eso a mí me cuesta mucho porque cocino “a mi puñetera bola”. No obstante, voy a intentarlo aunque empiezo ya por faltar a mi promesa, pues ella las hacía en olla express y yo las he hecho a olla abierta, con un hervor lentito.

PRIMERO.- Pon las judías en remojo la noche anterior a razón de tres partes de agua por una de judías.

SEGUNDO.- Escurre las judías y no utilices el agua del remojo.

TERCERO.- Pela y pica las zanahorias, las cebollas, los pimientos y los dientes de ajo para ponerlos a rehogar en una  cazuela amplia (o en la olla express) con aceite de oliva virgen extra. Pon lo justo para no empezar aceitando demasiado el guiso. Agrega la cabeza de ajos lavada y entera y un par de hojas de laurel.  Salpimentar.

CUARTO.- Cuando la cebolla esté transparente, echamos las judías y removemos bien para que se mezclen con la verdura y se impregnen del aceite. Rehogarlas un par de minutos y echar 100 cc de tomate frito. Remover de nuevo y dejamos rehogar otro par de minutillos.

QUINTO.- Añadir el caldo de pollo o agua hasta tres dedos por encima de las judías. La abuela las hacía con agua pero le añadía una pastilla de caldo. Sobre esto me permito opinar que más vale un caldito de pollo casero que se hace en un ratillo y se tiene congelado, que esas pastillas tan sabrosas pero hechas a base de grasas hidrogenadas. Estas grasas de origen vegetal tienen la particularidad de comportarse en nuestro organismo como “saturadas”, contribuyendo enormemente a aumentar nuestro nivel de colesterol en sangre.

SEXTO.-  Pela un par de patatas, córtalas en trozos no muy grandes. Si lo haces en olla express  clásica, echa ahora las patatas, ciérrala y tenlo unos 35-40 minutos. Pero nosotros que vamos despacito, lo ponemos a hervir y a continuación bajamos el fuego manteniendo un hervor lento. Echa un poco de sal y vamos a dejarlo así unos 15 minutos.

SEPTIMO.- Pasados esos 15 minutos aproximadamente, rompe el hervor con un chorrito de caldo o agua fría y deja que lo recobre. Repite esta operación al cabo de unos 30 minutos. Esto lo hacemos para que el hollejo de la judía no se desprenda.

 OCTAVO.- Echa ahora las patatas y ya solo tenemos que vigilar para no quedarnos sin líquido y probar de vez en cuando hasta que la judía tome una textura suave y mantecosa.  Si es preciso, añade agua o caldo pero ten en cuenta que en la receta original de la abuela será más una salsa que un caldo porque queda muy trabado, muy denso. Rectifica de sal si fuera preciso.

NOVENO.- En unos 90 minutos en total estarán hechas, pero como vas probando, no importa la referencia del tiempo sino el momento en el que tú creas que están con la textura que buscas.

DÉCIMO.- He procurado atenerme a la receta original con la excepción de la olla utilizada y el caldo, pero ahora que ya están hechas, diré que las próximas que haga, sin duda,  tendrán desde el principio unas costillas bien troceadas  y previamente doradas y salpimentadas, porque lo pide a gritos. Sin más. Y también le pondré a la verdura una vez rehogada y justo antes de echarle el caldo, media cucharadita de pimentón dulce. Excelente plato de cuchara apto para celíacos. H1511/R2201

POTAJE DE GARBANZOS

INGREDIENTES: 750 grs garbanzos, 300 grs espinacas en hoja, 500 grs gambas frescas,  750 grs chirlas, 300 grs bacalao desalado, 2 cebollas, 5 dientes de ajo, perejil fresco, pimentón dulce, vino blanco, medio vaso de tomate frito, 2 litros de caldo de pescado (hecho con 1 zanahoria, ½ cebolla, una cabeza de bacalao fresco, 2 peces de morralla,  cabezas y cáscaras de las gambas), aceite de oliva virgen extra, harina, laurel y sal.

PREVIO.- Es absolutamente incomprensible e inimaginable la vida en casa de mis padres sin el potaje de los viernes de Cuaresma.  Cuando empecé a hacer este cuaderno, allá por 1995, me obsesionaba perder la oportunidad de recopilar las recetas de casa menos habituales. El potaje nunca me preocupó porque jamás dejó de hacerse, pero es que llevo cocinando veintitantos años; mi madre hace ya tres que murió y reparo ahora en que nunca lo he cocinado, ni sé cómo. Menos mal que mi hermana Almudena lo mamó bien y lo hace mejor. Hoy, 14 de febrero de 2013, primer día de Cuaresma tras el Miércoles de ceniza, me dispongo a ejecutar las notas que Almudena me ha pasado por email.

PRIMERO.- Vamos a cocer los garbanzos, que hemos tenido una noche en remojo. Ponemos la olla express con agua por la mitad y echamos una zanahoria, un trozo de cebolla y un poco de sal. Recordad que los garbanzos se echan en la olla en caliente. Yo los meto en la malla de hilo de algodón que me teje y repone mi suegra Cefe con restos de las hilaturas que se vendían por Santibáñez de Béjar allá por los años treinta y cuarenta. Cuando hierva a borbotones, metemos la malla con los garbanzos; cerramos y lo tendremos unos cincuenta minutos desde que sople el vapor. Este tiempo es para olla express clásica tipo Magefesa.

SEGUNDO.- En este caso, el “mientras tanto” es largo, así que tenemos tiempo para cortar las cebollas en cuadraditos pequeños y ponerlas en una sartén a pochar lentamente en aceite de oliva virgen extra con un poco de sal y una hojita de laurel. Remover de vez en cuando para que no se tueste la cebolla.

TERCERO.- Seguimos en el “mientras tanto” de la cocción de los garbanzos y hacemos un fumet o caldo de pescado, de sabor intenso. En este caso, he usado una enorme cabeza de bacalao fresco que tenía de ayer, dos peces grandecitos de morralla y las cáscaras y cabezas de las gambas. Pon una cazuela al fuego donde te quepa el pescado y unos dos litros de agua, pero de momento, echa en ella sólo una cucharada de aceite de oliva y cuando esté caliente, añade las cabezas y las cáscaras de las gambas. Aplástalas bien con la mano del mortero y deja que se saltee de manera que, cuando se empiece a tostar un poco (que no se te queme), echa el agua, una zanahoria, media cebolla y el resto del pescado. Hoy he utilizado langostino crudo en vez de gamba, que para este guiso va muy bien. El fumet se hace rápido, así que en unos 30 minutos de cocción lo tendremos hecho. Apaga el fuego y reserva.

CUARTO.- Pela los ajos y májalos con perejil fresco. Y cuando la cebolla vaya estando tierna y transparente, lo incorporaremos removiendo bien. Lo dejamos unos cinco minutillos rehogando y echaremos una cucharada rasa de harina que dejaremos tostar (ojo, no quemar!!) y enseguida una cucharada de pimentón dulce, retirándolo unos instantes del fuego. Éste también se quema rápido, así que removeremos mezclándolo todo y rociaremos un buen chorro de vino blanco para refrigerarlo y mezclar aromas. Remover hasta que lo absorba la harina y quede una salsa trabada pero algo líquida. Echa ahora medio vaso de tomate frito y rehoga un par de minutos. Mi hermana no dice nada sobre el tomate frito, pero conozco cómo guisaba mi madre y seguramente se lo pondría. Y si no, creo que le va mucho, así que ahí queda mi modestísima contribución. Y un par de rebanadas finas de pan frito…. me tienta mucho, pero me voy a contener.

QUINTO.- Si hemos usado una sartén para este sofrito, lo pasaremos todo a una olla o cacerola grande y alta. Echaremos los garbanzos ya cocidos y escurridos, así como las espinacas y rehogaremos unos tres minutos para –a continuación- echar el caldo de pescado debidamente colado. Remover lentamente para tratar con cuidado los garbanzos ya cocidos.

SEXTO.- Ya solo nos falta el pescado y marisco propiamente dichos así que con la olla en una ebullición muy lenta, echaremos las chirlas, y al cabo de un par de minutos, apagamos el fuego y agregamos el bacalao en trocitos pequeños y las gambas que se harán con el calor residual. Remueve suavemente, déjalo reposar unos cinco minutos y sírvelo en un buen plato hondo. H1302/R2112

GUISANTES CON JAMÓN

INGREDIENTES: 3 latas de guisantes al natural de calidad extra, 1 cebolla, 8 dientes de ajo, 100 grs jamón serrano picado, laurel, pimentón dulce, sal y aceite de oliva virgen extra.

1) Los guisantes enlatados al natural son de tal calidad y tan asequibles, que para este plato tan simple, ni nos planteamos comprarlos crudos. La cantidad en peso escurrido por lata es de 250 gramos, por lo que propongo 750 gramos en total.  

2) Picar muy fina la cebolla y pocharla a fuego lento en aceite de oliva con sal y laurel hasta que esté blandita y transparente. Estando a medio hacer, cortaremos los ajos en rodajas y los echaremos a la sartén para que se vayan cocinando también.

3) Cuando esté listo, agregaremos una cucharada sopera de pimentón dulce y removeremos bien para que el aceite (añadir algo más si es preciso) tome su color rojizo, pero con cuidado para que no se queme.

4) Ahora subimos el fuego e incorporamos los guisantes moviéndolo todo con una cuchara de palo boca abajo, tocando el fondo de la sartén y en movimientos de adelante a atrás. De este modo no se aplastarán los guisantes. Rehogar unos tres o cuatro minutos y retirar del fuego añadiendo ahora el jamón serrano para que se caliente pero no se cocine. Añadir muy poca sal, porque el jamón aporta ya lo suyo. Incluso, nada.  Servir enseguida.

FABADA TRADICIONAL

INGREDIENTES: Para 8 personas: 1½ kg. judión de la Granja, 3 chorizos asturianos, 3 morcillas asturianas, lacón, 4 cebollas, 2 cabezas de ajo, laurel, sal y agua mineral.

PREVIO.-  Lo primero que he de hacer es asumir mi propia contradicción entre la palabra «FABADA» del nombre de esta receta y el uso de judión de la Granja en vez de las fabas asturianas tradicionales que le dan su nombre. Lo acepto sin anestesia ni nada, pero esto es «cocina a mi bola»… Desde un inmenso respeto a este símbolo gastronómico asturiano, diré sencillamente me gusta más el resultado sin que pueda ponerle ningún «pero» a las auténticas, porque sería una osadía. Por otra parte, y conectado con esto mismo, he de decir que en el primer cuaderno tengo escrita la receta de “Fabada con codillo” cuyo guiso, como podéis ver, es mucho más elaborado. Lo del codillo es de mi cosecha pero el guiso es el que hacía mi madre y aún hace mi hermana Almudena. Es delicioso. Pero mis muchos años de “escaparme” a Asturias me han hecho probar una y mil fabadas hasta que he llegado a reproducir con cierta dignidad el guiso original que -para mi sorpresa- es simple, sencillo y mas asequible pues sólo se trata de cocer, cocer y cocer…. No hay sofritos ni caldos intensos ni nada de nada: cocer, cocer y cocer.  Y os aviso al principio: hacedlo la víspera!!. 

Vamos allá.

PRIMERO.- Pondremos las judías en agua mineral 16 a 18 horas antes para que se hidraten. No obstante, mira el tiempo de remojo recomendado en el paquete y procura atenerte a él. Y ya que estamos con las recomendaciones del envasador, fíjate bien en elegir unas judías cuya fecha de envasado sea lo más reciente posible. A poder ser de la cosecha del año.

SEGUNDO.-  Pondremos en el fondo de una olla grande las cebollas peladas enteras, las cabezas de ajos, el laurel, el lacón, los chorizos y las morcillas y sobre todo esto volcaremos las judías bien escurridas del agua de la noche. Llénala de agua mineral hasta que se cubran, incluso un par de dedos por encima de ellas. Encenderemos el fuego al máximo y tapamos.

TERCERO.- Durante este tiempo hasta que va tomando temperatura y alcanza su primer hervor, veremos que se crea una espuma blanca intensa en la superficie que debemos retirar lo más posible pues iremos eliminando al mismo tiempo muchas impurezas que suben y se adhieren a ella. También comprobaremos como va subiendo la grasa que empieza a expulsar el «compango» (es decir, los chorizos, morcillas, lacón, etc.).  Esta grasa hará cuerpo con la espuma y nos permitirá eliminar ambas a la vez. No se trata de retirar toda esa grasa, que es un alto porcentaje de la gracia de este plato, pero sí el exceso de ella. Además de quedar más saludable, tu digestión lo agradecerá.

CUARTO.-  Una vez desespumado lo más posible y eliminado el exceso de grasa, salaremos y dejaremos que hierva a fuego superlento. De  vez en cuando tendremos que romper el hervor a base de echarle agua fría por encima. A esto se le denomina “asustarlas” y su razón de ser es evitar que la piel de la faba se terse tanto que se rompa y despelleje. Frenando el hervor de vez en cuando, se hace más elástica y no pierden el pellejo afeando el  guiso.

QUINTO.- Ahora ya es cuestión de tiempo, paciencia, cariño y vigilancia. Moverlas de vez en cuando pero con un mimo extraordinario para que no se rompan y cuando lleve cociendo unos treinta  minutos, saca la morcilla porque se hace más rápido que lo demás y se rompería y desharía. Y si te ocurre, no creas que es un gran drama, porque es muy agradable encontrarte trocitos pequeños de morcilla en cada cucharada, pero lo suyo es conservarla entera y presentarla en rodajas.

A medida que las judías vayan haciéndose, hemos de ir controlando ya el punto de sal teniendo en cuenta que el lacón es ya saladito, y no nos pasemos en ningún caso porque no tendrá mucho arreglo.

SEXTO.- Cuando vaya quedando menos caldo, vuelve a testar el punto de sal con prudencia. Estamos con los últimos y definitivos toques…. Iremos probando de vez en cuando hasta que las judías estén tiernas y mantecosas. Ya habrán tomado sabor y sazón. 

SÉPTIMO.-  Como os dije al principio, no hemos hecho nada de especial. Solo cocer, cocer y cocer. Buen material y agua mineral, si en tu zona el agua es dura.  Si veis que al final le falta caldo, puedes añadir algo más de agua porquel o tolerará perfectamente. Y si es al contrario, podemos tomar algunas judías en una taza y aplastarlas hasta hacerlas una pasta que echaremos al guiso removiendo con sumo cuidado. Así espesará sin necesidad de harinas. Pero lo suyo es poner el agua justa al principio para que no haya que hacer ninguna de estas dos cosas. La experiencia te irá dando la medida apropiada.

OCTAVO.- Sacar el compango, cortarlo todo en trozos razonables y servirlos en plato aparte. Por supuesto no puede faltar un buen tinto y pan.  H0403/R1603/R2111