INGREDIENTES: 4 a 6 pechugas de pollo, 2 aguacates, 1 lechuga, 6 a 8 dientes de ajo, vinagre de jerez, vino blanco, aceite de oliva, orégano y pimienta negra molida.

1) Se cortan las pechugas de pollo en trozos pequeños procurando retirar los huesos y los restos de grasa blanca que tienen adheridas por debajo.
2) A continuación se salpimentan y se ponen a macerar en un bol con vinagre de jerez, vino blanco y orégano.
3) Cortar los ajos en rodajas muy finas y freír hasta que estén dorados. Retirar de la sartén y reservar.
4) Rehogar el pollo con no demasiado aceite, pero muy caliente. Utilizaremos para ello el que nos quedó de freir los ajos y añadiremos algo más si fuera preciso. Tras dejarlo unos instantes en la sartén para que se dore, es conveniente removerlo mucho para que todos los trozos se hagan, aunque no demasiado pues se secarían y endurecerían.
5) Una vez rehogado el pollo, se retira el aceite y se echa un chorro de vinagre en caliente y se deja unos instantes a fuego lento.

6) Mientras tanto, pelaremos los aguacates y los cortaremos en trozos no muy pequeños para que se deshagan.
7) Picaremos la lechuga muy fina, la aliñaremos con aceite y sal. A continuación la pondremos en los platos a modo de cama para recibir luego encima el resto de ingredientes.
8) Echaremos los trozos de aguacate en un bol y, tras salarlos, añadiremos el pollo y los ajos y lo mezclaremos con sumo cuidado para no dañar el aguacate.
9) Con una cuchara, serviremos el contenido del bol en el centro de cada plato sobre el lecho de lechuga. Se debe comer de inmediato.