INGREDIENTES: 2 pulpos blancos de 700 grs. cada uno, 6 tomates, 3 pimientos, 1 cebolla grande, laurel, vinagre de jerez, aceite de oliva virgen y sal.

1) Los pulpos blancos son de una calidad inferior a los pulpos rosados normales. Además de por su color, se distinguen de los otros en que sólo tienen una fila de ventosas en sus tentáculos en vez de las dos que tienen los tradicionales. Son mucho más duros así que la cocción debe ser algo más agresiva.
2) Se lavan bien los pulpos, especialmente las ventosas y se le da la vuelta a la cabeza para quitarles las tripas.
3) En una olla express pondremos agua a hervir con laurel. No añadiremos sal. Una vez rompa el hervor, tomaremos los pulpos por la cabeza y, sin soltarlos, los sumergiremos en el agua unos tres segundos y los volveremos a sacar. Comprobaremos como los tentáculos se retuercen y se ensortijan unos en otros. Repetiremos esta operación unas tres o cuatro veces, esperando en cada una de ellas a que el agua vuelva a hervir.
4) Dejarlos en la olla definitivamente y poner un trozo de cobre. Cerrar la olla, poner la pesa y dejar cocer unos treinta minutos. Normalmente, saldrá mas duro que el otro tipo de pulpo pero para este plato resulta mejor.

5) Mientras cuece el pulpo, cortaremos en trozos muy pequeños los tomates, los pimientos y la cebolla y lo echaremos en un bol grande.
6) Cuando esté el pulpo, abrir la olla, y dejarlo enfriar para facilitar su corte. Una vez frío lo cortaremos en trozos algo más grandes que el resto de ingredientes para que destaque y los echaremos al bol.
7) Lo aliñaremos todo con sal, vinagre de jerez (no demasiado) y aceite de oliva virgen extra.
8) Remover repetidas veces para que cada uno de los ingredientes se empape del aliño y para que añadan a él sus respectivos jugos y sabores. Enfriar ligeramente y servir.