INGREDIENTES: 1 kg. bacaladitos frescos, harina, perejil picado, aceite de oliva y sal

1) Limpiar bien los bacaladitos (o bacaladillas) quitándoles cabeza, tripas y espina central. Los dejaremos abiertos sin separar los dos lomos.
2) Salar y espolvorear con perejil picado.
3) Rebozar en harina y freír en aceite de oliva muy caliente. Debemos procurar no freírlos más que de dos en dos pues se enfría el aceite y pierden la textura algo crujiente que le proporciona la harina frita.
4) Dejar que se doren aunque con precaución ya que se hacen enseguida y podrían secarse.
5) Colocarlos en una fuente sobre la que habremos puesto papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de aceite y evitar así que se reblandezcan.
6) Este plato que, como podéis ver es de lo más simple, lo incorporo a este cuaderno porque es algo que ha sido básico y constante en mi alimentación infantil. No podría hacer un trabajo como éste basado en la cocina de nuestras familias y omitir los célebres bacaladitos de mi madre, presente en nuestros platos una vez por semana como mínimo (….porque tenéis que tomar pescado….)



7) Ahora que soy mayorcito, no tengo más remedio que reconocer que este plato acompañado de una ensalada de lechuga y cebolla resulta –además de económico- un magnífico segundo de diario. Rico, sano y sin complicaciones.
8) Servir de inmediato.