INGREDIENTES: Para la masa: 650 grs. de harina, 200 cc. aceite de oliva, 200 cc leche, 2 huevos, 1 cucharadita de sal, 1 sobre de levadura de pan, pimentón dulce. Para el relleno: , 1 cebolla y media, dos pimientos verdes, 6 dientes de ajo, pimienta negra molida, aceite de oliva y sal.

1) Masa.- En un bol grande, mezclar todos los ingredientes y amasar intensamente agregando harina o agua tibia según la necesidad. Pasar la masa al mármol enharinado y continuar trabajándola hasta alcanzar una consistencia compacta y no pegajosa. Envolver en un trapo de cocina y dejar reposar en la nevera durante una hora aproximadamente.
2) Mientras tanto, desescamaremos, evisceraremos y limpiaremos las sardinas. Les quitaremos la cabeza, espina central, cola y las laterales quedándonos solo con los dos lomos.
3) En poco aceite, rehogaremos la cebolla cortada en aros finos, el pimiento en trozos y los ajos en rodajas no muy delgadas. Cuando la cebolla esté blanda y transparente, apagaremos el fuego y lo reservaremos.
4) Una vez reposada la masa, la sacaremos de la nevera y tras separar un trozo pequeño que reservaremos, la cortaremos en dos partes; una un poco mayor que la otra.
5) Con ayuda de un rodillo, extenderemos sobre el mármol ligeramente enharinado la parte mayor dejando un grosor de un centímetro aproximadamente. Lo colocaremos sobre el fondo de una fuente de horno previamente aceitada.

6) Repartiremos sobre la masa la mitad el sofrito que hicimos, con todo su aceite e iremos colocando las sardinas ordenadamente por toda la superficie. Ahora las cubriremos con el resto del sofrito y pondremos una nueva capa de sardinas.
7) Untaremos con huevo batido todos los bordes de la masa. Del mismo modo que con la parte de abajo, extenderemos la masa y cubriremos todo el relleno tratando de unir la parte de arriba con la de abajo.
8) Con el resto de masa que teníamos reservado haremos un cordón que sirva para adherir la base y la tapa. Clavaremos tres macarrones distribuidos por la superficie a modo de chimenea para que entre el calor en el interior. Untaremos toda la superficie y los bordes con huevo batido y meteremos en el horno precalentado a 220º. Tras cinco minutos lo bajaremos a 200º durante unos treinta o treinta y cinco minutos. No abriremos el horno hasta el final.

9) Transcurrido este tiempo y cuando la masa esté dorada, abriremos el horno y pincharemos con una aguja de punto o pincho de brocheta. Si entra y sale sin que le le adhiera la masa, estará en su punto.
Servir templada o fría.