INGREDIENTES: percebes gallegos, sal marina gruesa, 3 hojas de laurel.

PREVIO.- Saber cocer el marisco y su calidad son los dos únicos secretos para disfrutar de él. Nada más que decir al respecto. Obvio, no?. Si dispusieras de agua de mar, sería lo mejor, pero como no es una cosa sencilla ni aún viviendo en la costa como es mi caso, prescindamos de la idea.
PRIMERO.- Pon una olla llena de agua a calentar. Una de las claves de la cocción es el agua abundante. Las fotos que veis son de un apartamento de verano en el que el menaje no era su mejor característica, así que usad una olla mayor.
SEGUNDO.- Echa dos o tres buenos puñados de sal marina gruesa. La cantidad dependerá del tamaño del recipiente. Agrega dos o tres hojas de laurel.

TERCERO.- Cuando el agua empiece a hervir a borbotones, mantenlo intenso durante al menos unos tres o cuatro minutos hasta que el laurel infusione el agua y la sal se disuelva.
CUARTO.- Ten preparada la fuente donde vayas a servirlos, una espumadera amplia y un trapo de cocina que los cubra por completo.
QUINTO.- Momento decisivo. No eches más de medio kilo a la vez si usas una olla pequeña o mediana porque no tomarán la sal correctamente así que sepáralos ya por tandas. Ahora echa la primera y tenlos unos 30-45 segundos. Si fueran muy gruesos, un minuto como máximo. Es muy importante que los saques rápidamente (muy rápidamente) porque se te pueden reducir a la mínima expresión y además estarán salados.



SEXTO.- Cúbrelos con el paño de cocina y cuece otra tanda si es el caso. Lo ideal es tomarlos cuando aun humea el vapor. Buena suerte!. H1708