INGREDIENTES: Para 6/7 personas: placas de lasaña o de canelones, 950 grs migas de atún al natural, 2 cebollas, 1 pimiento rojo de asar, 6 tomates maduros tipo pera, 120 grs aceitunas negras deshuesadas, 150 cc Vino Fino seco, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra molida, orégano, albahaca,1 hoja de laurel, sal y 150 grs Mozzarella rallada y 6 lonchas de queso Cheddar.

PRIMERO.- Picamos fino las cebollas y las ponemos a pochar con aceite de oliva virgen extra y una hoja de laurel en una cazuela en la que nos quepa todo el guiso. Fuego medio al principio y luego lo bajamos. Tapamos la olla y removemos de vez en cuando. El picado debe ser fino, pero no hasta el extremo de que se nos deshaga.
SEGUNDO.- Cuando la cebolla va tomando un tono algo transparente, echamos el pimiento rojo picado en trocitos pequeños, mezclamos y lo tapamos de nuevo, dejándolo pochar junto con la cebolla. Remover de vez en cuando.

TERCERO.- Mientras se hace la cebolla y el pimiento, picamos los tomates lo más fino posible y los echaremos a la cazuela. Salpimentamos y especiamos con orégano y albahaca. Removemos y tapamos para dejarlo pochar todo a fuego mínimo durante unos veinte minutos, transcurridos los cuales, agregaremos el vino y las aceitunas cortadas por la mitad y lo dejaremos diez minutos más a olla abierta para que evapore el alcohol y reduzcan los jugos. Remueve de vez en cuando y vigila la intensidad del calor para que no se agarre al fondo y se queme.




CUARTO.- Apaga el fuego y, mientras dejamos que se enfríe, vamos a cocer la pasta en agua abundante con sal y siguiendo las instrucciones de la marca. Procura que no se peguen unas placas a otras separándolas con muchísimo cuidado para que no se rompan. Cuando ya estén cocidas, escúrrelas y ponlas sobre un trapo de cocina para secarlas.

QUINTO.- Vuelca el contenido del atún en un colador sobre un bol para que escurra y una vez hecho esto, incorpóralo a la cazuela (ya fría) y mezcla bien todo el contenido.



SEXTO.- Prepara la fuente en la que vas a montar el plato y ahora, haremos una bechamel según te indico en esta receta pero modificando un poquito las cantidades: 750 ml leche, 110 gr harina, sin caldo, y el resto, igual. Una vez hecha, vierte la mitad en la fuente para cubrir el fondo y mantén caliente el resto a fuego mínimo.

SÉPTIMO.- Ahora, coloca ordenadamente placas de pasta ya cocida de forma que cubra toda su superficie, y añade la primera capa del guiso. Yo acostumbro a utilizar la mano como mejor utensilio de cocina, provisto de un aguante apto para uso alimentario. Es lo mejor, más cómodo, más preciso y más limpio. Compacta y aplana para que quede bien distribuido.



OCTAVO.- Coloca otra capa de placas de pasta y pon encima una capa de queso Cheddar. Añade otra capa de pasta y recorta los picos de pasta que puedan exceder de la medida de la fuente. Estas dos capas de pasta sólo separadas por el queso cumple una doble función: una; que el plato sepa a pasta (no sólo al relleno)… y dos; que ayude a dar “consistencia estructural”, o dicho de otro modo, que contribuya a que no se nos desmorone cuando vayamos a servirlo.

NOVENO.- Ponemos otra capa de relleno, luego pasta; y por encima, la última de bechamel para acabar con la mozzarella rallada bien distribuida por toda la superficie.




DÉCIMO.- Precalienta el horno a 180ºC y mete la fuente para que tome temperatura durante unos diez minutos para que se mezclen bien los sabores. Después, pon el grill para que funda el queso y se dore hasta el punto exacto que tú quieras dejarlo.

Sólo es cuestión de gratinar mucho o poco el queso, porque todo está ya cocinado. A mi no me gusta gratinar demasiado porque considero que el queso pierde su sabor, pero reconozco que queda más estético. H2211