INGREDIENTES: canónigos o berros, 12 langostinos crudos, 200 grs gulas, 100 grs salmón ahumado, mozzarela fresca, 6 dientes de ajo, aceite de oliva virgen extra, vinagre de jerez, orégano, cayena molida, perejil picado, laurel, pimentón dulce, sal .

1) Cocer los langostinos en un cazo con dos o tres buenos puñados de sal y dos hojas de laurel. No estarán en el agua más de un minuto así que no tengáis miedo con la sal ya que no les dará tiempo a cogerla. Sacarlos y enfriarlos rápidamente en agua fría durante treinta segundos para que dejen de hacerse. Pelarlos, cortarlos por la mitad y reservar.
2) Picaremos los ajos extremadamente finos y los pondremos a confitar en aceite de oliva. La clave está en que la temperatura del aceite nunca sea fuerte, es decir, que deberá permanecer a la mínima temperatura posible pero que notemos que se van haciendo. De vez en cuando le daremos a la sartén movimientos circulares para que ese aceite tibio vaya impregnándose del aroma y sabor del ajo, el cual debe cocinarse despacio reblandeciéndose, pero sin tostarse. Dejar enfriar, echar dentro los langostinos, remover bien y reservar.
3) Extenderemos las gulas sobre un paño de cocina y las salaremos ligeramente. Hacedme caso cuando yo, que soy muy amigo de la sal, digo que saléis “ligeramente”.

4) Tomaremos tres cucharadas del aceite de ajo y las pondremos en una sartén a muy baja temperatura. Echaremos las gulas y removeremos con cuidado. Solo pretendemos que se rehoguen en un aceite templado. Dejar enfriar y reservar.
5) Cortar el salmón en trozos del tamaño de un sello de correos y la mozzarela en unas cinco o seis rodajas no muy gruesas.
6) Haremos la vinagreta con el aceite de ajo a la que echaremos media cucharadita de pimentón dulce, perejil picado, algo de orégano, un chorro de vinagre de jerez y una cantidad moderadísima de cayena molida. Mover intensamente con la varilla hasta que emulsione lo más posible.
7) Pues ya solo nos queda montar la ensalada para lo que haremos una cama de canónigos. A mí me gustan más los berros pero cuesta más encontrarlos últimamente y son más caros. En una fuente alargada haremos una cama con los canónigos en crudo, limpios y sin sal. Mezclaremos bien las gulas con el salmón y lo volcaremos en sentido longitudinal a la fuente. Coronaremos con varios montoncitos de langostinos y decoraremos con las rodajas de mozzarela. Servir la vinagreta aparte. No hace falta sal. Veréis qué bien combina todo, especialmente la gula con el salmón.