INGREDIENTES: 3 Tortillas de trigo, 100 grs salmón ahumado, 100 grs gulas, 100 grs espinacas frescas, 100 grs queso blanco de untar.

PRIMERO.- Unta el queso sobre la tortillita de un modo más generoso que escaso pero deja sin untar 1 cm de la circunferencia exterior, porque al enrollarla rebosaría y nos impediría dejar del rollito bien cerrado.

SEGUNDO.- Coloca las lonchas de salmón sobre la tortilla respetando también el borde exterior. Corta las lonchas si es preciso para adaptarlas al espacio que vaya quedando libre.

TERCERO.- Distribuye las gulas por toda la superficie encima del salmón. No pongas demasiadas pero que queden bien repartidas.

CUARTO.- Pica las espinacas en tiras o trozos pequeños y repártelas igualmente encima de todo, respetando como siempre los bordes. Las cantidades de todos los ingredientes deben ser moderadas para poder enrollar la tortilla.
QUINTO.- Ahora toma la tortilla por el borde con las dos manos y ve enrollándola lo más ceñido posible, es decir, que no tenga ninguna holgura. En cuanto hayas dado ya una vuelta, empieza a presionar todo. Da otro giro y presiona bien por toda su longitud, procurando que la presión sea uniforme y se vaya compactando bien sin que se rompa la tortilla y sin que se salgan los ingredientes por los dos extremos. Una vez hecho el rollito, pondremos el cierre hacia abajo y presionaremos de forma uniforme una vez más para terminar de compactar.



SEXTO.- Con mucho cuidado para que no se desbaraten, corta cada rollito en varios trozos de una anchura de unos 2,5 cm despreciando los extremos para que el corte sea similar en cada pieza.


SEPTIMO.- Colócalos todos en una fuente con el relleno hacia arriba procurando que no pierdan su compactación y se nos abran.
VARIEDAD: Si sustituyes el salmón y las gulas por jamón de York o de pavo, te quedarán unos rollitos fantásticos para alternarlos con éstos. Otra opción es poner crema de roquefort, que le dará ese sabor tan especial. H1601