ALBONDIGAS DE BERENJENA Y CALABACIN

INGREDIENTES: Para 24 unidades grandes: 6 berenjenas, 4 calabacines, 1 cebolla grande, aceite de oliva, pimienta negra molida, sal, harina de garbanzo, 1 ó 2 huevos.

PRIMERO.- Vamos a empezar por asar la verdura, así que lava las berenjenas y los calabacines, sécalos y córtalos longitudinalmente. A partir de este momento, sigue las indicaciones que te doy en la receta de berenjenas rellenas I y ásalos en dos bandejas durante unos 25 a 30 minutos con el horno a 180ºC, calor arriba y abajo con circulación de aire.  

SEGUNDO.- Mientras se asa la verdura, pela y pica una cebolla grande o dos pequeñas y ponlo a pochar en una sartén grande (donde luego nos quepa todo) con un poco de aceite de oliva. Deja que se tueste un poco porque aportará un sabor muy agradable al resultado. Cuando esté hecha, apaga el fuego y reserva.

TERCERO.- Una vez asada la verdura, corta el calabacín en trozos no muy grandes y colócalo todo en un colador sobre un bol para que escurra. Presiona con las manos para que elimine el muchísimo jugo que soltará y, por favor, no vayas a tirarlo. Comprobarás que tras varias presiones, seguirá “manando” jugo. Pues insiste porque necesitamos que esté lo más seco posible.

CUARTO.- Utiliza una cuchara sopera para ayudarte a vaciar la pulpa de las berenjenas. En esta ocasión no vamos a utilizar su piel porque resultaría muy áspera, pero apura bien para no dejarte nada de carne unida a ella.

QUINTO.- Una vez tengas toda la pulpa separada de las pieles, córtala también, aunque de un modo grosero. Se trata de evitar trozos demasiado largos, que nos molestarán al formar las albóndigas. Y ahora, sigue el mismo proceso que hemos hecho con el calabacín; es decir, al colador y a presionar todo lo necesario para que la pulpa quede muy seca.

SEXTO.- Cuando esté bien escurrida la verdura, mezcla todo en la sartén o cazuela, es decir, la berenjena con el calabacín y con la cebolla. Salpimienta y rehoga unos cinco minutillos para que se mezclen los sabores. Si hubiera soltado más jugo, vuelve a pasarlo por el colador y escurre. Mezcla los jugos resultantes de todas esas presiones y guarda o congela para otros usos. Es un caldo puro de verdura asada que le irá genial a multitud de guisos.

SÉPTIMO.- Toca darle forma a las albóndigas y eso es a mano. Ponte unos guantes y a ello. Toma un puñado y presiónalo bien para darle forma esférica y que quede bien compacta. Aún en este proceso seguirán soltando líquido. El tamaño de cada albóndiga lo dejo a tu gusto. A mí me gustan grandecitas.

OCTAVO.- Ahora ya sólo nos queda pasarlas por huevo batido y rebozarlas en harina de garbanzo, que es apta paraceliacos y además, quedan con una costra más crujiente.

NOVENO.- Fríelas en abundante aceite muy caliente para que no se rompan. Y a este respecto, un aviso: si entre tus comensales hay algún intolerante algluten, acuérdate de utilizar aceite limpio.

DÉCIMO.- Estas albóndigas congelan perfectamente, así que puedes aprovechar para hacer más cantidad. Puedes freírlas directamente sin descongelar, a no ser que sean grandes como las que yo he hecho, en cuyo caso, sácalas una media hora antes.

Como ya he dicho, esta receta es apta para celiacos, pero si ningún comensal padece esta intolerancia algluten, puedes utilizar harina común de trigo. H2301

PASTEL DE COLIFLOR Y ESPÁRRAGOS

INGREDIENTES: ¼ coliflor, 1 patata, 12 puntas de espárrago verde, 8 aceitunas negras deshuesadas, ¼ cebolla, 4 cucharadas de mahonesa, pimentón ahumado y sal.

PRIMERO.- Aunque en la lista de ingredientes sugiero utilizar puntas de espárragos verdes, yo he usado un manojo de trigueros porque estamos en temporada. Tómalos de uno en uno con las dos manos y haz el intento de partirlos empezando por atrás, hacia la yema. Se trata de encontrar el punto justo en el que rompa limpiamente, sin hebras y desecharemos el extremo más próximo a la raíz. De este modo, eliminamos la parte dura y leñosa.

SEGUNDO.- Ponlos a cocer en la olla express abierta con un poco de sal y medio litro de agua aproximadamente. Deja que hierva a fuego lento unos 12 minutos, pero este tiempo es sólo aproximado, ya que dependerá de su dureza, punto de maduración, hidratación, etc. Y ya que usas la olla sin su tapa, puedes pincharlos con una varilla, y cuando notes que ya están tiernos, pásalos a escurrir en un colador, manteniendo la olla al fuego. Pero asegúrate que están bien tiernos.

TERCERO.- Mientras cuecen los espárragos, sanea la coliflor eliminando las hojas verdes y córtala en cuartos, de los que nos quedaremos con uno. El resto, guárdalo para otros usos. Ahora, córtala, separándola en arbolitos grandes y reserva. Pela la patata, córtala en rodajas de un cm aproximadamente y reserva.

CUARTO.- En cuanto hayas sacado los espárragos, echa las rodajas de patata y cuando estén tiernas, casi que se deshagan, sácalas con una espumadera y sigue manteniendo el fuego.

QUINTO.- Echa los arbolitos de coliflor, cierra bien la olla y cuécelos con unos 150 cc de agua. Sigue los tiempos indicados por el fabricante que, si se trata de una olla rápida, no serán más de 5 minutillos.  Deja que de despresurice la olla, ábrela y ponlo también a escurrir.

SEXTO.- Durante estos minutillos de olla, aprovecharemos para cortar las aceitunas en cuartos o en rodajas pequeñas y picaremos la cebolla extremadamente fina. 

SÉPTIMO.- Separa dos arbolitos de coliflor para decorar (de los más pequeñitos) y pon el resto en un plato. Aplástala con un tenedor, pero no de tal modo que se haga puré. Pretendemos que se perciban trozos pequeños. Y ahora haz exactamente lo mismo con la patata. Mira las fotos.

OCTAVO.- Echa ambos ingredientes en un bol; espolvorea un poco de pimentón ahumado y una pizca de sal. Agrega los trocitos de aceituna (reserva dos trocitos para decorar), la cebolla picada y 3 cucharadas de mahonesa. Yo he hecho una mahonesa con aceite de girasol para que sea suave, pero con un diente de ajo pequeño, sal y vinagre. Mezcla todo con cierto mimo.

NOVENO.- Divide esta mezcla en dos y echa una mitad en un molde sin fondo colocado sobre un plato. Compáctalo con una cuchara y alísalo para crear una superficie uniforme. Pon ahora una capa central de espárragos bien escurridos  (quédate con dos puntas para decorar) y cubre con el resto de la mezcla de ingredientes. Compacta de nuevo, echa una última cucharada de mahonesa por encima como cobertura y decora a tu gusto.

DÉCIMO.- Mételo en el frigorífico para que el frío lo compacte aún más y sácalo unos diez minutos antes de servirlo. Justo antes de llevarlo a la mesa, retira el molde con mucho cuidado.

Aunque no lo parezca, se hace en muy pocos minutos; es vistoso, sano y apto para celiacos, al no contener gluten. H2207

PATATAS CON CHOCO

INGREDIENTES: Para 4 personas: 800 gr patatas, 1 choco limpio de 800 gr aprox., 2 cebollas, 6 dientes de ajo, 2 tomates medianos, 1,5 l. fumet de pescado, 1 vasito de Fino Moriles/Montilla, aceite de oliva virgen extra, 1 cucharadita de postre rasa de pimentón ahumado, pimienta negra molida, 2 hojas de laurel, perejil picado y sal.

PRIMERO.- Pela las cebollas, pícalas fino y ponlas a pochar con aceite de oliva virgen extra a fuego lento en la olla o cazuela donde vayas a hacer el guiso. Salpimenta, añade un par de hojas de laurel y al cabo de unos cinco minutos, añade tanto el ajo como el perejil, picados. Remueve de vez en cuando y deja que se vaya cocinando.

SEGUNDO.- Mientras se van haciendo la cebolla y el ajo, pela los tomates, córtalos en cuadraditos y pásalos ligeramente por una picadora, es decir, que le des un triturado suave sin que se convierta en puré. Mira la foto. Salpimenta, teniendo en cuenta que ya lo has hecho con la cebolla y aún lo harás otra vez con el choco y la patata. Pero sé consciente desde este momento que debes ir probando para no salar en exceso y si el caldo de pescado es concentrado, mucho cuidado porque suelen ser muy intensos.

TERCERO.- Cuando la cebolla esté tierna y transparente, sube el fuego y vuelca el tomate triturado para volverlo a poner al mínimo en cuanto comience el hervor.

CUARTO.- Vamos a aprovechar este ratillo hasta que se poche el tomate para lavar el choco y cortarlo. Parto de la base de un choco limpio, y lo primero será separar la cabeza (con sus patas) del cuerpo. A continuación, arranca las aletas metiendo los dedos entre ellas y el cuerpo. Elimina restos de telillas que pueda tener aún adheridos, de manera que tengas el cuerpo completamente limpio por ambos lados y ábrelo de arriba abajo para que quede completamente extendido, como si fuera una sábana.

Ahora, córtalo en cuadrados de 3×3 cm aproximadamente. Mira la foto.

Coge las aletas y elimina las dos líneas duras que recorren de arriba abajo cada una de ellas. Al tacto son como si fueran de plástico duro. Con un cuchillo afilado no te costará nada hacerlo.  

Por último, toma la cabeza y extrae la boca entera (que contiene el pico). Se trata de una bola del tamaño aproximado de una canica que se encuentra ubicada en el orificio central, rodeado por todas las patas, que cortarás y separarás una a una. Elimina una especie de hueso muy duro que se encuentra en plena cabeza y el resto, trocéalo. Ponle un poco de sal y reserva.

QUINTO.- Al cabo de unos diez minutos, el tomate ya estará guisado, así que echa sobre el sofrito una cucharadita rasa de pimentón dulce ahumado. Remueve y agrega el vino fino al cabo de un minutillo. Remueve y deja que rehogue y evapore el alcohol.  

 SEXTO.- Incorpora la sepia cortada y rehoga dos minutos, tras lo cual, echamos 750 cc de caldo de pescado y dejamos que hierva a fuego moderado durante unos 10 minutos. Yo suelo utilizar fumet de pescado que hago yo en casa (sin sal) y congelo. Vuelvo a advertirte respecto a la sal si usas caldo concentrado, porque es bastante salado.

SÉPTIMO.- Durante este tiempo, pelamos las patatas y las tronzamos en trozos del tamaño de un bocado. “Tronzar” es arrancar los trozos haciendo un corte con el cuchillo hasta la mitad y en ese punto, en vez de continuar, hacemos palanca hacia fuera de modo que el trozo quede arrancado, roto y no con un corte limpio. Esto es importante porque de ese modo, la patata expulsará mejor su almidón al guiso, lo que nos ayudará a espesar el caldo.   

OCTAVO.- Pasados los 10 minutos (que es el tiempo de más que el choco necesita cocer), agregamos las patatas y el resto del caldo. Salpimentamos por última vez y con precaución (ve probando….). Fuego intenso hasta que hierva y luego lo bajamos. En otros 10 minutos, más o menos, las patatas ya estarán blandas, pero déjalas algún minutillo más para que “se pasen” un poquito de cocción y de ese modo tengamos una salsa bien densa. Remueve con energía y apaga el fuego. Si te gusta más líquida, sólo tienes que añadir más caldo de pescado o algo de agua.

   

NOVENO.- Deja que repose unos diez minutos y sírvelo en un buen plato sopero.

Es un guiso de invierno de un sabor espectacular, tradicional entre pescadores en las provincias de Huelva y Cádiz, donde hoy constituye un elemento esencial de sus gastronomías y podrás encontrarlo en cualquier lugar, incluidos los mejores restaurantes. Apto para celíacos. H2201

BERENJENAS DE VERANO

INGREDIENTES: Para 4 personas: 2 berenjenas, 2 patatas medianas, 1 zanahoria, 1 cebolla, 1 taco de 200 gr bacon ahumado, queso Emmental rallado, aceite de oliva, pimienta negra molida y sal.

PREVIO.- Vamos a hacer dos platos en uno, porque el que propongo en primer lugar es muy propio para el verano porque se consume frío con mahonesa. Pero si sigues la receta, te encontrarás en un determinado momento en el que lo que te está pidiendo el cuerpo es que lo metras a gratinar en el horno. Te presento una foto del resultado, que es más que apetecible. Pero cuando lo pruebes en frío, con mahonesa, verás que es mucho más redondo. Tú mismo.

PRIMERO.- Asa las berenjenas como ya he explicado en tantas recetas, por ejemplo BERENJENAS RELLENAS V (gambas) o BABA GANOUSH . Hornea a 180ºC durante unos 25 minutos. Sácalas del horno y deja que enfríen.

SEGUNDO.- Por aceite de oliva en una sartén y pocha despacio la cebolla muy picadita. Rehoga y que se dore ligeramente, pero que no se queme. Salpimenta ligeramente.

TERCERO.- Pela las patatas, córtalas en tres rodajas gruesas, píntalas con un poco de aceite y mételas al microondas unos 5 minutos. Pínchalas con un tenedor para ver si las atraviesa con facilidad y si es así, sácalas. Reserva.

CUARTO.- Pela también la zanahoria y utiliza el pelador para cortarla en láminas no excesivamente delgadas. Mételas al microondas con unas gotitas de aceite y un hilo de agua unos 3 minutos o hasta que estén blandas, pero al dente. Reserva.

QUINTO.- Corta el bacon en taquitos muy pequeños. Mira la foto. Reserva la mitad, y el resto incorpóralo a la sartén de la cebolla, mézclalo bien y deja que rehogue a fuego mínimo no más de 2 minutos. Apaga el fuego.

Rehoga la mitad del bacon con la cebolla y reserva la otra mitad para el final

SEXTO.- Vacía la pulpa de las berenjenas con mucho cuidado para no romper la piel que será el envase del plato. Córtalo un poco si han quedado trozos muy grandes, sala moderadamente y agrégalo todo a la sartén de la cebolla y el bacon. Remueve bien y échalo todo a un colador sobre un bol para que escurra tanto el jugo de la pulpa de berenjena como la grasa de rehogar la cebolla y el bacon. Ten paciencia porque toda esa grasa está de más en el plato y en nuestro cuerpo.

SÉPTIMO.- Aplasta la patata con un tenedor y corta las láminas de zanahoria para dejarlas en porciones que quepan en un bocado. Salpimenta y mezcla ambas cosas y echa sobre ellas el contenido del colador, es decir, la cebolla, el bacon y la pulpa de berenjena. Vuelve a mezclarlo todo y ya tenemos el relleno casi completo.

OCTAVO.- Distribuye todo el relleno en las cuatro pieles de berenjena. Compacta y dale forma redondeada al copete y echa abundante queso por encima y los taquitos de bacon crudos encima de éste.

Mezcla muy bien todos los ingredientes

NOVENO.- Este es el punto que te decía al principio en el que lo que te pide el cuerpo es gratinarlo. Te pongo una foto de su resultado.

Pero ese no es el final que yo prefiero para este plato. Todos los ingredientes están cocinados a excepción del bacon de cobertura que, en realidad sí lo está ya que está cocido y ahumado. Por tanto, sólo hay que dejarlo enfriar bien para que las grasas solidifiquen y se compacte. Córtala en pequeñas porciones y sírvela fría acompañada de una mayonesa de AOVE. Para mí, es un plato de verano de lo más agradable y sabroso. La mayonesa le aportará la jugosidad necesaria. H2106

BERENJENAS RELLENAS V (gambas)

INGREDIENTES: Para 4 personas. 2 berenjenas, 2 cebollas, 400 gr gamba arrocera fresca, queso emmental rallado, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra molida y sal.

PRIMERO.-  Dado que esta receta es ya la quinta versión de las berenjenas rellenas, te he contado casi todo en las anteriores, pero para hacerlo algo más cómodo, lo repetiremos someramente.
Lava las berenjenas y corta el pedúnculo (la parte verde que la unía a la rama). Ahora córtalas por la mitad en sentido longitudinal y haz unos cortes en cuadrícula por la superficie de la pulpa, pero ten cuidado para no atravesar la piel con el cuchillo, pues será el recipiente.
Deja caer sobre ellas (y más particularmente sobre las ranuras que acabamos de hacer) un hilo de AOVE. Ponlas en una fuente de horno y ásalas a 180ºC (calor arriba y abajo+ventilación) durante unos 25 a 30 minutos aproximadamente.  Tomarán un tono tostado, pero para saber si están en su punto, pincha la pulpa con un tenedor y comprueba que lo atraviesa sin ninguna dificultad. Déjalas enfriar.

SEGUNDO.- Mientras tanto habrá que cocer las gambas, aunque puedes comprarlas ya cocidas o incluso langostinos. En tal caso, pélalas. Pero si las has comprado crudas y frescas, sigue exactamente las instrucciones de cocción que figuran en la receta de quisquillas (pincha aquí). El tiempo de cocción es también el mismo para la gamba arrocera. Una vez parada su cocción y enfriadas, pélalas y reserva.

TERCERO.- Pica fino las cebollas y póchalas despacio en un poco de AOVE.

CUARTO.- Una vez atemperadas las berenjenas, usa una cuchara para vaciar su carne y procura no romper las pieles porque, como ya he dicho, serán el recipiente donde montaremos el relleno. Trocea la carne con un cuchillo si han salido partes demasiado grandes y echa todo a la sartén de la cebolla.  Remueve, salpimenta y rehoga unos 3 ó 4 minutos a fuego suave. Retira del fuego y deja que se temple.

QUINTO.- Una vez se haya enfriado el guiso, añade las gambas peladas (guárdate algunas si quieres decorar al final) y mezcla sin romperlas.

SEXTO.- Rellena generosamente las pieles de las berenjenas con el contenido de la sartén e insisto en que lo hagas con sumo cuidado para no romperlas. Reserva. Si vas a servirlas en cuanto acabes, precalienta el horno a 200ºC. Si son para el día siguiente o para más tarde, espera a última hora.  

SÉPTIMO.- Ahora haz una bechamel y agrégale un poco de tomate frito para darle un tono rosado. Normalmente le iría muy bien añadirle un poco de agua de la cocción de las gambas, pero han estado tan poco tiempo cociendo y en una cantidad tan abundante de agua que casi no merece la pena. Una vez tengas la salsa bechamel  (y procura no hacerla demasiado espesa, como 40 grs de harina para 400 cc leche) viértela como cobertura de las cuatro medias berenjenas y agrega el queso rallado por encima antes de que empiece a enfriarse aquella, y a hacerse más densa.

OCTAVO.- Hornea el tiempo suficiente como para que se calienten bien en su interior, pero no más de la cuenta ya que todo está ya cocinado y las gambas, sobre todo, no necesitan más calor. Por otra parte, ya que comentado muchas veces que el queso gratinado es muy resultón desde un punto de vista estético y quedan unos platos preciosos, pero creo que pierde mucho sabor y se convierte en una especie de plástico. A mi me gusta mucho más el queso recién fundido, que no esté aun tostado porque es cuando libera todo su sabor y su aroma. No obstante, como siempre, va en gustos. Sácalo del horno y decora con las gambas que habías reservado. H2102  

BUÑUELOS DE COLIFLOR

INGREDIENTES: 1 coliflor de tamaño normal, 80 grs harina de trigo, 250 grs carne picada mixta ternera/cerdo*, 5 dientes de ajo, perejil fresco, pimienta negra molida, aceite de oliva y sal.

image

PRIMERO.- Cocer una coliflor (o cualquier otra crucífera) y que no huela es poco menos que imposible ya que contiene ciertos componentes químicos con azufre que se liberan durante el proceso. He probado todos los métodos que he leído y el que mejor funciona (y no demasiado) es  mezclar agua con leche al 50% y añadirle medio limón. Por otra parte, un potente extractor de humos atenuará otro poco el problema. 

*Para VEGANOS, simplemente elimina la carne de la receta.

image

SEGUNDO.- Descarta todas las hojas verdes de la coliflor y ahora corta con un cuchillo mediano las ramas principales que salen del tronco hasta que te quedes sólo con éste último, que también puedes aprovechar si lo pelas bien y le eliminas todo su exterior leñoso.

image
image

TERCERO.- Echa 200 cc de agua y otros tantos de leche en la olla rápida. Mete la coliflor. Puedes separar arbolitos para acomodarla mejor en el fondo de la olla y encima de todo pon medio limón. Cierra y cuece durante unos 6 minutos desde que sople. Muy probablemente en 4 minutos estará lista, pero la queremos un punto pasada de cocción.

image
image
image

CUARTO.- Mientras se hace la coliflor en la olla, saltea la carne salpimentada en una sartén hasta que esté hecha completamente. Hazlo a fuego fuerte para que se dore ligeramente. Separa bien los gránulos de carne para que queden bien sueltos. Apaga y reserva.

image
image
image

QUINTO.- Echa la coliflor en un colador, dejándolo un rato que escurra bien y, mientras tanto, pon los ajos en una tacita con un par de gotas de aceite de oliva y mételo en el microondas dos minutos. Pica perejil fresco y mézclalo con los ajos bien aplastados. No tengas los ajos más tiempo en el microondas porque se deshidratarán y endurecerán.

image
image

SEXTO.-  Pasa la coliflor a un bol y aplástala con un tenedor para que quede deshecha pero de un modo grueso, o sea que no pongas mucho empeño. Echa sal, pimienta, el majado de ajo y perejil y unas gotitas de aceite de oliva virgen extra. Vierte poco a poco la harina y mezcla bien para que todo haga cuerpo y quede un puré denso. Y ahora agrega la carne picada bien escurrida y mezcla de nuevo.

image
image
image
image

SÉPTIMO.- Extiende papel de aluminio sobre la encimera y acéitalo. Ahora con una cuchara y tus manitas vas a ir haciendo bolitas como si fueran albóndigas y las vas depositando con cuidado sobre el papel. Puedes también aceitarte un poco las manos si ello te ayuda, pero tampoco hace falta que te empeñes en buscar una esferificación perfecta porque la consistencia de esa masa no te lo va a permitir.

image
image

OCTAVO.-  Ya solo nos queda la fritura así que echa un dedo y medio de aceite de oliva en una sartén y cuando alcance una temperatura medio-alta, toma uno a uno los buñuelos con una cuchara sopera ligeramente aceitada y ve friéndolos en diferentes tandas dándoles vueltas para que se doren por todos lados. Escúrrelos y sácalos a medida que vayan estando fritos a una fuente con papel absorbente para eliminar la mayor cantidad de aceite posible.

image
image
image
image

Puedes tomarlos solos o acompañados de la salsa que más te guste. También le iría bien una ensalada si quieres tomarlo como entrante. H2004  

ROLLITOS DE PRIMAVERA

INGREDIENTES: Para 8 rollitos: 8 obleas filo*,  350 grs col fresca, 1 zanahoria, ½ cebolla, 6 dientes de ajo, 250 grs carne picada mixta (ternera/cerdo), aceite de oliva, pimienta negra molida, 3 cucharadas de salsa de soja, 1 huevo.

image

*PREVIO.- No siempre es fácil  encontrar las obleas de pasta de arroz, también llamadas “hojas de arroz” o “papel de arroz”. Con ellas se hace el clásico rollito de primavera.  Yo utilizo directamente hojas de pasta filo, que quedan muy crujientes, se doran en muy pocos segundos y son bastante menos calóricas que las de arroz. Su inconveniente…. su fragilidad. Se rompen a la mínima.  

PRIMERO.-  Saca la carne picada del frigo para que vaya templando. Pica el ajo lo más fino posible y mézclalo bien con la carne. 

SEGUNDO.-  Usa un wok si dispones de él o una sartén grande y honda. Pon un chorrito de aceite de oliva y cuando esté bien caliente saltea la carne. Procura desgranarla para que no se hagan cúmulos grandes y quede suelta. Pero no la cocines mucho. Déjala a medio hacer, sácala a un plato y reserva.

image
image
image

TERCERO.- Corta la cebolla en tozos de no más de 1 cm2 y échala al wok/sartén a pochar con un poco de aceite de oliva. Unos instantes a fuego fuerte y luego lo bajamos para que se haga despacio. No queremos dorarla, sino que quede transparente y un poco al dente. Remueve frecuentemente. Ponle pimienta negra molida y NO ECHES SAL.

CUARTO.- Mientras tanto, pela la zanahoria y usa el mismo pelador para cortarla en láminas finas. Mira las fotografías. Y en cuanto termines de cortarla, échala a la sartén, remueve y que rehogue todo. 

image
image
image
image

QUINTO.- De igual manera, mientras se rehogan la cebolla y la zanahoria, corta la col en trocitos pequeños, tal y como ves en la foto. Sube el fuego y añádela. Remueve bien para que no se dore ningún ingrediente, pero es importante mantener una cierta intensidad de calor para que evapore los jugos y no se nos acumulen, porque pretendemos un rehogado seco.
Para ahorrar tiempo, puedes sacar ya la pasta Filo de la nevera para poder manipularla dentro de un ratito.
El punto adecuado de la verdura será el que tú quieras darle.  Normalmente se deja bastante al dente; que rozne al masticarla. Y cuando esté a tu gusto, añade tres cucharadas soperas de salsa de soja, remueve y deja que la verdura se impregne de ella. Como sabes, la salsa de soja sala los guisos, de forma que no es preciso echarle sal. No obstante, es cuestión de gustos. 

image
image
image
image
image

SEXTO.- Una vez consideres que la verdura está a tu gusto, añade la carne que teníamos reservada, mézclala bien y rehoga unos tres minutillos. Y ya puedes retirarlo del fuego y dejar que enfríe.  Ahora tendrás que esperar un poco necesariamente ya que no podremos rellenar la pasta filo si está caliente.

image

SÉPTIMO.-  Cuando esté ya a temperatura ambiente, prepararemos los rollitos.
Bate un huevo en un vaso y tenlo preparado junto con la brocha de cocina. Abre las hojas de pasta Filo  y manipúlalas con sumo cuidado porque se rompen con mirarlas…  Coloca una sobre la encimera limpia y seca. Usa una cuchara sopera para poner en la parte inferior de la hoja Filo tres o cuatro cucharadas de relleno. Mira las fotografías. Debes dejar mucho espacio en los laterales y en la parte de abajo para luego poder cerrar.

image

Ahora tomaremos el extremo inferior de la hoja y la plegaremos sobre el relleno, haciendo un paquete. El huevo lo usaremos a modo de pegamento, así que puedes poner un poco ahora si lo necesitas (yo creo que no hace mucha  falta en este pliegue….)  En todo caso, no pongas demasiado porque humedecerá mucho la pasta filo y se romperá.

image

Continúa ahora plegando los dos laterales hacia el centro, sin que lleguen a montarse sobre el relleno. Unta un poco de huevo con la brocha sobre el extremo superior de la hoja y enrolla  hasta cerrar el paquete. Presiónalo ligeramente con la mano para aplanarlo y colócalo sobre una bandeja plana con la parte untada de huevo hacia arriba para que no se pegue a ella.

image
image

OCTAVO.-  Una vez hechos, puedes congelarlos en este punto o pasar a freírlos o hacerlos al horno o en freidora de aire.

  FRITURA.- Para no gastar demasiado aceite, usa una sartén en la que quepan un máximo de 2 rollitos y echa unos dos dedos de aceite de oliva suave o incluso de girasol, que es más neutro de sabor. Si es antiadherente y estás seguro que no se va a pegar, puedes echar solo un dedo de aceite.
Cuando el aceite esté caliente, echamos los rollitos. Y mucha atención porque en tan sólo 5 ó 6 segundos ya se han tostado por un lado. Hazlo a tu gusto y dale la vuelta. Además, no necesita mucha fritura ya que el relleno estaba ya cocinado. Escurre de aceite y sácalo a una fuente con papel absorbente.  Si los congelaste, debes dejar que se descongelen casi del todo ya que, como te digo, la masa Filo se tuesta enseguida y corres el riesgo de que estén fríos por dentro.

image
image
image

SIN ACEITE.- Si tienes una freidora de aire caliente, te confirmo que unos 10 minutos a 180ºC, dándoles la vuelta en medio y quedan muy bien… sin grasas.

image
image
image

También el horno es una opción y te ahorras la fritura, pero vigila, porque se te queman en un suspiro. Tendrás que darlos la vuelta a media cocción. 

 VEGANA.- Si prefieres la versión vegana, nada más fácil: suprime la carne picada y te quedará un rollito igual de espectacular. 

Sírvelos acompañados de las populares salsas agridulce y de soja.  H2004    

HAMBURGUESA VEGETAL

INGREDIENTES: Para 4 personas: 2 berenjenas, 1 cebolla, 1 pimiento rojo de asar, 4 dientes de ajo,  2 huevos, 70 grs queso rallado (prescindible),  150 grs copos de avena sin gluten, pimienta negra molida, aceite de oliva virgen extra y sal.

PRIMERO.- Lo primero será asar las verduras. Ajusta el horno a unos 220ºC con ventilación, calor arriba y abajo. Pon unas gotitas de aceite de oliva virgen extra sobre las berenjenas,  el pimiento y la cebolla (sin pelar) y frótalos con la mano para que todas ellas queden cubiertas con una mínima capa de grasa. Colócalo todo en una fuente para horno y deja que se asen, incluso que se tuesten, pero no que se quemen, así que al cabo de unos veinte minutos baja el termostato a 180ºC y aprovecha para meter los dientes de ajo también embadurnados en una gotita de aceite. En unos 30-35 minutos  podremos sacar las berenjenas y el pimiento (y los ajos, que sólo habrán estado unos 10-15 minutos). Si tienes dudas, pínchalos con una aguja de repostería y si entra con facilidad, estarán ya asados. Deja la cebolla unos quince minutos más para que se haga bien por dentro.

SEGUNDO.- Coloca toda la verdura sobre un colador para que escurran sus muchos jugos,  hazle un par de cortes longitudinales y déjalas enfriar.

TERCERO.- Ya templadas, las iremos quitando la piel y raspando su lado interior para aprovechar bien su pulpa. Córtalas en trozos muy pequeños y vuelve a colocarlas sobre el colador para que continúen escurriendo.

CUARTO.- En un bol donde nos quepa todo echaremos dos huevos que batiremos lo justo para romper la yema, agregaremos el queso y removeremos. Tal y como indico en los ingredientes, el queso es prescindible a pesar de lo bien que combina con la verdura asada y lo que ayuda a cohesionar la masa. Se trataría de renunciar a su sabor a cambio de reducir calorías. Tú decides.

QUINTO.- Volcamos ahora toda la verdura picada y mezclamos bien. Salpimenta todo con cierta generosidad porque la verdura asada es muy sosa.

SEXTO.- Es el turno de los copos de avena. Como ves, he especificado «avena sin gluten» a pesar de que este cereal no lo contiene, pero parece ser que se contamina fácilmente durante su procesado.

Mézclalo todo y deja reposar una media hora para que la avena se hidrate a base de absorber los líquidos que aún quedan procedentes de la verdura. La cantidad de avena es aproximada. Necesitará tanto más cuanto menos hayas escurrido las berenjenas y el pimiento. No obstante, sé prudente porque es bastante calórica.

SÉPTIMO.- Unas gotas de aceite de oliva sobre una sartén o plancha antiadherente y temperatura moderada. Echa una buena cucharada de masa y aplástala ligeramente dando forma plana y redondeada con la cuchara. Todos sus ingredientes están ya cocinados y se quema fácilmente así que dale la vuelta en cuanto tenga un tono tostado. Ayúdate con una paleta o espumadera pequeña para que no se rompa.

OCTAVO.- Servir enseguida a no ser que te guste más la verdura fría. Yo no la acompañaría con ningún tipo de salsa porque no resulta nada seca y su sabor quedará oculto. H1810/R2111

SALMOREJO LIGHT

INGREDIENTES: Para 4/5 personas, 1 kg tomates pera maduros, 1 kg calabacín, 2 dientes de ajo, aceite de oliva virgen extra, vinagre de vino y sal.

PREVIO.- Tengo que confesar que cuando me lo contaron, me costó creerlo. ¿Un salmorejo sin pan?. ¿Un salmorejo con calabacín?… ¿Un salmorejo sin pan y con calabacín? Pues sin conocer la receta y por tanto, sin conocer si había algún secretillo más, me animé a hacerla y por increíble que parezca… é voilà!. Un salmorejo muchísimo más ligero. Sé que proviene de un restaurante cuyo nombre desconozco. Gracias a Reme M. por el soplo. La receta (si es que se puede llamar así dada su simpleza) es la que me ha parecido más razonable. Sin más. Y resulta muy sabroso.

PRIMERO.- Si tienes un buen robot de cocina, ya sea thermo o no, evita pelar los tomates porque no vas a encontrarte con ningún resto de su piel y es sanísima, así que lávalos bien; trocéalos; y al vaso batidor. Haz lo mismo con los dos dientes de ajo. Y recuerda que necesitamos unos tomates muy maduros para que aporten aroma y sabor intensos.

SEGUNDO.- Lava el calabacín y pélalo. Aunque la vaya a pelar, siempre lavo bien la verdura si la vamos a consumir cruda, como es el caso. Por otra parte, podríamos hacerlo con piel pero su color verde no nos interesa ahora. Córtalo en trozos y al vaso. Cierra y bate con potencia durante un rato para que el calabacín se haga una crema. Al principio notarás que se hace un puré, pero el calabacín queda un poco granulado. Es cuestión de batir más hasta que quede suave.
Como ya he dicho antes, depende mucho de la potencia del robot que tengamos. Yo tengo ese que todo el mundo conoce y la verdad, lo deja perfecto. Cremoso y no ves nada de piel, ni de pepitas del tomate.

TERCERO.- No obstante lo anterior, si no te queda tan fino, prueba a pelar los tomates escaldándolos tal y como te explico aquí.  O si lo prefieres, puedes pasarlo luego por un chino y en paz.

CUARTO.- Echa la sal y el vinagre al gusto. Ve probando para no pasarte, pero te recomendaría que lo aliñaras un punto más sabroso de lo habitual porque el calabacín crudo es de un sabor muy neutro…. Tan neutro que podría “neutralizarte” también el tomate.  Es por esto que te sugería antes que el tomate esté muy maduro. Por su sabor intenso y por su aroma, de modo que se imponga sobre la “insoportable levedad” del calabacín. En cuanto a las cantidades, sugiero igualdad de tomate y calabacín, pero puede jugar un poco con ellas según vayas viendo el resultado. 

QUINTO.- Y cuando ya tenemos la crema bien fina, ya sólo nos queda ir añadiendo un hilo de aceite de oliva virgen extra al tiempo que la máquina sigue batiendo. De este modo emulsionará y le dará el sabor y la suavidad que nos faltaba.

SEXTO.- Mételo en el frigo a enfriar y mientras tanto, abre las latas de atún y vacíalas sobre un colador para que escurran bien. Ese aceite de la lata nunca me ha inspirado ninguna confianza, ni aun siendo de oliva… es que no me lo creo!. Pero en fin, manías de cincuentón.

SÉPTIMO.- Saca el salmorejo de la nevera cuando esté bien frio, sírvelo y coloca el atún  escurrido. He optado por atún (y escurrido), por tratarse de una opción light, pero si te apetece, unas lascas de ibérico las pide a gritos. H1807

ALCACHOFAS REBOZADAS

INGREDIENTES: 2 alcachofas por persona, zumo de un limón, harina de tempura, sal, pimienta negra molida, agua muy fría y aceite de oliva.

PRIMERO.- Pon agua en la olla express (rápida) de forma que no llegue a cubrir la alcachofa una vez pelada y cortado el tallo y la corona. Pon sal.

SEGUNDO.- Limpiamos las alcachofas quitando todas las hojas exteriores hasta quedarnos con el corazón, de color amarillo, tal y como hago en la receta “alcachofas con jamón”,  solo que eliminaremos también el tallo.

TERCERO.- Según las vamos limpiando, las echamos a la olla y las rociamos con zumo de limón para que no se oxiden.  Tapamos la olla y las tendremos unos 6 minutos desde que empiece a echar el vapor.

CUARTO.- Abrimos la olla con cuidado y las ponemos en un colador para que escurran bien y se enfríen bien. Si tienes prisa, échalas antes en un recipiente con agua y hielo para enfriarlas. Luego a escurrir bien.

QUINTO.- Corta cada alcachofa por la mitad en sentido longitudinal y salpimentalas.

SEXTO.-  Haz la tempura con agua muy fría y mézclalo bien para que no queden grumos. Sigue las instrucciones del fabricante de la harina porque cada marca tiene su proporción, pero procura que sea más densa que ligera.  Pon pimienta negra molida y mezcla bien.

SÉPTIMO.- Pon aceite de oliva abundante en una sartén honda. Caliéntalo a unos 190ºC, es decir, bastante caliente.

OCTAVO.- Y ahora echa las medias alcachofas en la tempura y tómalas con un tenedor (recogidas, no pinchadas.) Y si no, con una cuchara procurando escurrir el sobrante de masa.  Y a la sartén de una en una y sin poner demasiadas para que no se venga abajo la temperatura del aceite. Cuando se doren por un lado, las vas dando la vuelta sin preocuparte demasiado ya que ya están cocinadas, así que es cuestión de que queden crujientes y no grasientas.

NOVENO.- Sácalas a medida que se vayan haciendo y ponlas en una fuente con papel absorbente. Déjalas enfriar unos cinco minutos y a servir.

Por otra parte, probad los corazones de alcachofa ultracongelados, porque, sin ser lo mismo que frescas, son de una calidad excelente.  H1806